Crece la tensión en Medio Oriente
Respuesta firme de Israel: escala el conflicto y Trump amenazó a Irán

Israel refuerza su defensa, Trump advirtió: “Si nos atacan, sentirán el poder de EE.UU. como nunca antes se ha visto”.
Israel volvió a ser atacado. En las últimas horas, terroristas del régimen iraní lanzaron un ataque que dejó un saldo de seis muertos y heridos. Fue un ataque coordinado con armamento sofisticado que buscó llevar el terror a la población civil.
Desde Teherán niegan su responsabilidad directa, pero la comunidad internacional no tiene dudas. Hezbollah en Líbano, las milicias hutíes en Yemen, Hamas en Gaza y la Guardia Revolucionaria Islámica operan como un mismo organismo con múltiples brazos. Y el cerebro está en Irán, que ayer nombró como jefe de la Guardia revolucionaria a Ahmad Vahidi
Israel, por su parte, ha respondido con precisión quirúrgica, atacando bases militares y evitando víctimas civiles en la medida de lo posible. “No buscamos escalar, buscamos vivir en paz”, dijo el vocero del gobierno israelí. Pero la paz no es posible si el enemigo se esconde detrás de niños y mezquitas.
Estados Unidos: del silencio de Biden al liderazgo de Trump
Mientras la administración de Joe Biden se mostró, una vez más, ambigua y cautelosa, quien tomó la palabra fue Donald Trump, en una declaración que resonó en todo el mundo. A través de su cuenta en Truth Social, el expresidente fue categórico:
“Estados Unidos no tuvo nada que ver con el ataque contra Irán, esta noche. Pero si somos atacados de cualquier forma, en cualquier modo o nivel, por Irán, caerá sobre ustedes toda la fuerza y poder de las Fuerzas Armadas de EE.UU. como nunca antes se ha visto”.
La advertencia fue clara. Trump no sólo defendió a Israel: restableció una noción que Occidente había olvidado —la disuasión.
Bajo su mandato, Irán retrocedió. Durante su presidencia, no hubo ataques de esta magnitud. Y no es casualidad. “Conmigo, Irán no se animaba a atacar”, declaró horas antes. Trump entendió que con dictaduras no se negocia: se las enfrenta.
Israel busca la paz. Irán, la guerra.
En el centro de este conflicto se enfrentan dos visiones del mundo:
Una civilización democrática, que invierte en ciencia, defiende los derechos humanos, promueve la libertad religiosa y busca acuerdos de paz duraderos.
Y un régimen teocrático, oscurantista, misógino, que persigue a los disidentes, censura a los medios y sueña con la destrucción de todo lo que no se alinee a su dogma fanático.
Israel no es perfecto. Ningún país lo es. Pero Israel tiene elecciones libres, libertad de prensa, minorías protegidas, y hasta jueces que han condenado a presidentes. En Irán, en cambio, la oposición está presa o exiliada. Las mujeres son obligadas a cubrirse. Y los homosexuales son ejecutados.
Conclusión: de qué lado estamos
Desde Newstad no tenemos dudas: estamos con Israel, con la paz, con la libertad.
Y del otro lado está Irán, con el terror, la muerte y el totalitarismo religioso.
Este no es un conflicto regional. Es una disputa moral. El futuro del mundo libre depende de que sepamos elegir con claridad: de qué lado de la historia estamos.