VUELVEN A DIRIGIR EN ARGENTINA DESPUES DE 7 AÑOS
Los mellizos tendrán un arriesgado desafío

Periodista.
Guillermo y Gustavo Barros Schelotto serán los nuevos técnicos de Vélez Sarsfield, en reemplazo de Sebastián Domínguez. La contratación de la dupla generó sorpresa en gran parte el público de Liniers por su polémico pasado como jugadores rivales.
El fútbol no deja de generar grandes sorpresas, con posibilidad de romper los esquemas y hasta llegar a lo más impensado. Los hermanos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, después de siete años, volverán a dirigir en el fútbol argentino. Su regreso no se dio en Boca (todavía sigue- y resiste- el cuestionado Fernando Gago), tampoco en Lanús (club en el tuvieron un buen pasar en su primera experiencia en el banco entre 2012 y 2015, pero que hoy está bajo las órdenes de Mauricio Pellegrino), si no que será, para sorpresa de muchos, en Vélez Sarsfield.
La llegada como directores técnicos de los mellizos a Liniers es uno de los fichajes más disruptivos de los últimos tiempos en nuestro fútbol. Desde su etapa como futbolistas en la década del ‘90 en Gimnasia y Esgrima de la Plata y más adelante en Boca, la relación entre los Barros Schelotto y el público velezano no ha sido para nada amable, siendo de los más insultados cada vez que pisaban el estadio José Amalfitani. La rivalidad, tanto dentro como fuera de la cancha –por sus polémicas declaraciones-, entre los hermanos BS y el arquero José Luis Chilavert (uno de los próceres del Fortín) es uno de los motivos por las que hubo un clima hostil. Otro de los recordados episodios por los que aumentó el enojo del público de Vélez fue cuando en junio de 2018 Guillermo, siendo DT de Boca y estando de vacaciones en Miami, coincidió en un shopping con Mauro Zárate (hasta ese entonces ídolo para muchos del Fortín) y en ese encuentro convenció al delantero de vestir la camiseta del Xeneize, cuando aún negociaba su continuidad en la V azulada, lo cual fue considerado como una falta de ética.
El propio Chilavert, a través de su cuenta de X (ex Twitter), había manifestado su disconformidad ante la posibilidad de la llegada de los entrenadores: “Como socio de Vélez digo, acá está el mal del Club y los Barros Schelotto no tienen nivel ni historia para dirigir Vélez Sarsfield. No permitan que destruyan la Casa Blanca con los K”. Sin embargo, tanto la Comisión Directiva de Vélez, que preside Fabián Berlanga, como el Director Deportivo, Ricardo Alvarez, siguieron adelante con el plan GBS para reemplazar a Sebastián Domínguez.
El último trabajo de la dupla técnica fue en la Selección de Paraguay (dirigieron entre 2021 y 2023). Previamente estuvieron en el fútbol de los Estados Unidos, al mando de Los Angeles Galaxy (entre 2019 y 2020) y también tuvieron un breve paso por Palermo de Italia en la temporada 2015-2016. Y, más allá de sus exitosas carreras como futbolistas, entre sus logros como DT’S sobresalen la Copa Sudamericana conquistada con Lanús en 2013 y el bicampeonato de la Liga Argentina con Boca Juniors en las temporadas 2016-2017 y 2017-2018.
Guillermo y Gustavo, quienes estarán vinculados contractualmente a Vélez hasta diciembre de 2026, tendrán un enorme desafío: levantar desde la parte futbolística al último campeón del fútbol argentino, que hasta el momento solo cosecha dos puntos, aún no convirtió goles en el Torneo Apertura y además pronto volverá a participar en la Copa Libertadores, una de las razones que motivaron a que dieran el SI al nuevo proyecto. Su debut en el banco será el lunes 17 de marzo, cuando Vélez visite a Atlético Tucumán, por la décima fecha del Apertura.
¿Será una oportunidad de que cambie radicalmente la tensión entre los mellizos y la gente de Vélez? Alguna vez Claudio Borghi, confeso hincha de Racing que dirigió a Independiente en el 2008, manifestó al ser contratado por el Rojo en aquel entonces que la institución “vino a buscar a un técnico, no un hincha”. Por lo tanto, lo que sucedió muchos años atrás no cambia, pero está claro que la evaluación en la parte profesional (los buenos resultados) puede generar otra relación entre ambas partes, aunque desde el inicio no será nada sencillo. Por lo tanto, el arriesgado reto para los Barros Schelotto será deportivo y también en lograr tener una buena sinergia con los fortineros.