El fútbol es bello
La táctica y la estrategia en el fútbol
Diferenciar entre táctica y estrategia es esencial para entender el juego. La inconsistencia entre ambos conceptos es fatal para los entrenadores.
Si se acude al diccionario se encuentra que la estrategia es un arte, la traza para dirigir un asunto. Puede asemejarse al plan que se va a emplear para lograr un determinado fin. En el caso del fútbol, serán aquellas formas que se plantean para neutralizar al rival y dañarlo ante distintas situaciones de juego. Por su parte, la táctica es por definición el arte que enseña a poner en orden las cosas. Entonces la táctica sería la materialización de ese plan, es decir cómo se lo lleva a la práctica. Ambos conceptos están íntimamente relacionados ya que no tiene sentido aplicarlos por separado. Es necesaria una estrategia para que haya lineamientos claros y una disposición táctica consecuente para poder llevar a cabo lo ideado con éxito.
Un ejemplo básico podría ser que un equipo planifique una estrategia defensiva, cediendo pocos espacios atrás, buscando como primera medida mantener el cero en su arco y dañar al rival por medio de algún eventual contragolpe o alguna pelota parada. Para este fin podría disponer una táctica 4-4-2 con cuatro defensores retrasados con órdenes de no pasar al ataque, otra línea con cuatro volantes, que esté cerca para evitar que se filtren jugadores y así tener un equilibrio en el que participen incluso sus dos delanteros en la recuperación de la pelota. La misma táctica 4-4-2 podría emplearse para una estrategia ofensiva, buscando dominar el partido a partir de la tenencia de la pelota, y con la misma proyectar a los defensores laterales al ataque para ensanchar en la cancha al rival y así se generen los espacios que decanten en situaciones de gol. Misma táctica, distintas estrategias (así como similares estrategias podrían ser llevadas a cabo bajo distintas tácticas).
Por supuesto que estos aspectos son preliminares y pueden profundizarse. Por lo pronto, nos falta incluir un tercer elemento fundamental, que es la amalgama que permite que estas cuestiones tácticas y estratégicas sean consecuentes entre sí, o no. Estamos hablando de los jugadores, ya que son sus características las que definen la viabilidad del plan bajo la táctica seteada. Llevemos ambos casos de ejemplo a la selección argentina suponiendo que enfrenta a un rival poderoso. Podemos debatir si es mejor optar por un 4-4-2 con un plan de repliegue defensivo, y contragolpe, o si es mejor arriesgar y optar por un plan más audaz. No hay una verdad en el fútbol y no hay una táctica, o plan, imbatible, pero lo que sí tiene que quedar claro es que, sí la elección es el plan defensivo, Nicolás Tagliafico es más adecuado como lateral por izquierda que “el huevo” Acuña, ya que es más útil en situaciones defensivas cerca del área, por ejemplo, cortando un centro cruzado. En contrapartida, hay más elementos para volcarse para seleccionar a Acuña si el plan de juego es notoriamente ofensivo y se requiere de una proyección recurrente y de mayor despliegue por la banda. Otro ejemplo que hoy se da habitualmente en la cabeza de Scaloni es que, si el plan requiere de pressing alto incisivo, y sostenido, es más atinado Julián Álvarez de 9 que Lautaro Martínez.
Si nos vamos atrás en el tiempo buscando algún ejemplo de inconsistencia, en el mundial 2018, contra Islandia que jugaba “colgada del travesaño”, fue un error pretender buscar el partido con un doble 5 conformado por Mascherano y Biglia. Hubiese sido más razonable quedarse con uno y que el otro fuese un volante central de juego como Banega o Lo Celso (por mencionar jugadores que estaban en el plantel en dicho momento). La dupla Mascherano Biglia no era indicada para ese plan, pero sí fue acertada para partidos de otra índole (como por ejemplo los definitivos del mundial 2014) por tratarse de rivales de otro nivel dónde el plan incluía una disputa por el mediocampo y más equilibrio. Estas inconsistencias son algunas de las cosas que vamos a analizar en partidos venideros. Como muchos entrenadores, parafraseando al Diego, creen que inventan el agua caliente, nos vamos a divertir.