La monja tucumana rompió el silencio sobre las inclinaciones políticas del Papa
Francisco a su amiga monja: “No soy kirchenrista”
Desde Barcelona, Sor Lucía Caram habló sobre la postura del pontífice ante el kirchnerismo y su prudencia diplomática
Lucía Caram Padilla es una monja tucumana que actualmente reside en Barcelona, autora de varios libros y conductora televisiva. Su cercanía con el Papa Francisco le ha permitido conocer de primera mano aspectos íntimos y políticos de su figura. Ayer por la tarde, en una entrevista para el programa “Más Info a la Tarde” conducido por Débora Pláger, Sor Lucía compartió una reveladora afirmación del Papa sobre su relación con la política argentina:
“Yo soy el papa de todos, pero no soy kirchnerista”, aseguró que fueron las palabras exactas del pontífice.
La monja hizo referencia a los dichos del Papa sobre el maltrato que recibió de parte del kirchnerismo: “Cuando yo estaba en la Argentina era considerado [por los kirchneristas] el líder de la oposición, y el marido de Cristina [Kirchner] decía que bajo mi sotana se escondía el diablo. El día en que me eligieron Papa, Cristina dijo que habían elegido a un Papa latinoamericano”. A pesar de todo esto, “el Papa recibía a todo el mundo, como Jesús. Jesús tenía un amigo que era Judas y comió con él en la última cena”.
“Lo que pasa es que precisamente yo estoy segura, y porque se lo dije a él y se reía, él no fue a Argentina porque no quería que lo utilizara nadie”, explicó la monja.
Silencios estratégicos y dolor por América Latina
Sor Lucía también abordó el difícil equilibrio que el Papa ha debido mantener frente a los conflictos políticos en América Latina, en particular con regímenes autoritarios.
“Cuando Francisco puede, es muy duro, condenando y no renunciando a la verdad, pero cuando hay personas que pueden ser víctimas de sus palabras, tenía que morderse la lengua, como ha pasado en determinados países latinoamericanos”, afirmó.
Recordó una conversación sobre la situación en Nicaragua:
“Yo esto lo he hablado con él, y yo un día le dije, el tema de Nicaragua, y él me dijo, hay una vía diplomática que nunca se ha cerrado, porque si yo públicamente hablo, hay gente adentro que nos están castigando, y van a la cárcel, y hay torturas, y yo tengo que velar también por esto. Y esto me produce un gran dolor”.
Un hombre de fe y sencillez
En diálogo con La Gaceta de Tucumán, Caram profundizó sobre la figura humana de Francisco:
“Vivió con sencillez. No tenía sueldo, manejaba su propia agenda, escuchaba a todos, incluso a quienes lo criticaban. Era un papa de camiseta, como se vio la semana pasada, saliendo de la cama en silla de ruedas, solo para estar con la gente”.
Mirando hacia adelante
Sobre el futuro de la Iglesia, la religiosa fue clara:
“El próximo Papa tiene un desafío enorme. Vivimos en un mundo polarizado, con cambios vertiginosos. Pero lo que necesitamos es lo mismo que él nos dio: un papa cristiano, que crea en el Evangelio, que viva la revolución de la ternura”.
Y cerró con una reflexión personal y emotiva:
“He perdido un padre, pero no su legado. Él abrió un camino. Y ese camino no se puede cerrar”.