Hombres con mujeres
Los transgénero en la mira: estafa deportiva y crisis del sistema

Periodista.
Polémicas por los resultados desparejos en algunos certámenes y hasta prohibiciones de competición. El factor muscular.
En el mundo del deporte hubo muchos cambios a lo largo del tiempo, algunos para bien y otros que generaron debate. En las grandes competencias deportivas siempre se divide en dos ramas: masculina y femenina. Sin embargo, respecto a las mujeres, hubo episodios que han generado controversia, entre ellos la intromisión de deportistas transgénero.
Uno de los casos más resonantes en los últimos es el relacionado con Lia Catherine Thomas, estadounidense de 25 años, quien en su adolescencia compitió en natación entre los varones, pero años más tarde empezó a dudar de su género, por lo que decidió hacerse un tratamiento hormonal para luego declararse transgénero y por ende más adelante competir contra mujeres. En 2022, Thomas fue noticia por haber obtenido el campeonato universitario regido bajo la NCAA de 500 yardas (aproximadamente 457 metros), sacando mucha ventaja a sus competidoras. Por dicho motivó, el máximo ente de la natación, World Aquatics, prohibió a la nadadora participar en certámenes en la rama femenina, tomando como medida que quienes hayan pasado la pubertad como hombres no pudieran participar luego entre las mujeres.
Thomas apeló ante el Tribunal Arbitrario del Deporte (TAS), aunque sin éxito, porque la Corte le dio la razón a World Aquatics y le imposibilitó además aspirar a llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Otro de los exponentes en esta discordia fue el que sucedió con Mara Gómez, quien en 2020 se convirtió en la primera futbolista trans en jugar en la rama femenina. Su caso generó polémica debido a la ventaja deportiva (producto de su genética masculina) por sobre otras jugadoras; sin embargo, pudo competir profesionalmente debido a que unos estudios de testosterona dieron por debajo de los 10 nanomoles por litro (nmol/L), parámetros que son avalados por el Comité Olímpico Internacional (COI) para competir y sirvieron como referencia a la AFA para permitirle jugar en el club Villa San Carlos en 2020 y más adelante en Estudiantes de La Plata, donde está actualmente.
Sin ir más lejos, en los Juegos Olímpicos de París 2024, la ganadora de la medalla de oro en boxeo, la argelina Imane Khelif. Si bien el COI dio por válido que es mujer (participó también en Tokio 2020), su caso también provocó un escándalo, por poseer mayor nivel de testosterona y que podía tener más ventaja sobre las otras pugilistas, pero nada le quitó legitimidad a la presea obtenida por Khelif. Otra deportista que fue tema de discusión a nivel mundial fue la tres veces campeona mundial Caster Semenya (también dos veces campeona olímpica, en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016). La atleta sudafricana también fue juzgada por poseer mayores niveles de Cromosomas XY (de nivel masculino) y que obligó en 2009 a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo a hacerle un test sexual, por lo que fue suspendida de competir, hasta que finalmente regresó en 2010.
Existen deportes que pueden competir en forma mixta (como es el caso del doble mixto en tenis o en yachting cuando compiten en parejas, entre otros) pero eso no implica que se puedan saltar normas impuestas por las federaciones a cargo de la disciplina deportiva en cuestión. Muchos lo toman como un motivo de inclusión social o como un negocio, pero también en lo deportivo puede no haber paridad en cuanto a resultados y termina perdiendo atractivo el nivel de competición. En cada deporte las reglas están para respetarse y también es clave que los deportistas estén en igualdad de condiciones.