El vino necesita volver a ser protagonista
Expectativas y nuevas tendencias para la industria del vino en 2025
La industria del vino está en constante transformación influenciada por los cambios en los gustos de los consumidores, las técnicas de producción y su comercialización.
Para todos los winelovers este 2025 promete ser un año repleto de nuevos espacios y alternativas para disfrutar del mundo del vino. Está claro que habrá desafíos, como todos los años. Desde las inclemencias climáticas durante la vendimia, la falta de recursos y escases de mano de obra, hasta la parte operativa, económica y comercial.
La producción de alimentos y bebidas cayó un 2,8% en el 2024 pero en el sector vitivinícola las exportaciones tuvieron un leve crecimiento y se prepara para desembarcar a nuevos mercados en el 2025. En los primeros 10 meses del 2024 las exportaciones subieron un 5,3% y se espera un alza del 2,9% aproximadamente en la producción de alimentos y bebidas para este año, según indicaron desde el sector de la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Según datos del Instituto Nacional Vitivinícola (INV), la cosecha de uvas de Argentina en el año 2024 alcanzó los 19.189.740 quintales, un 31,9% mayor a la del año anterior (+4.636.623 qq). Si se comparan los datos con el promedio de los últimos 10 años, la cosecha 2024 muestra una disminución del 7,8%.
Si bien las exportaciones del vino subieron, el mercado interno del vino no tuvo un mejor desenlace y se encontró con una situación crítica de consumo. En lo que respecta a los canales vinoteca, muchas todavía se están recuperando del último semestre que fue durísimo y ni papá Noel pudo tranquilizar esta preocupante situación.
El consumo de vino per cápita anual registró los valores más bajos de los últimos tiempos, lo que viene sucediendo consecutivamente año tras año. De acuerdo con lo que fue informando el INV, esperan que los argentinos hayan consumido menos de 16,7 litros per cápita durante el 2024 muy lejos de los más de 90 litros per cápita de los años ´70. La tendencia decreciente es a nivel mundial y esto se debe a que la producción global supera al consumo. O sea que vino hay pero no se consume como en otras épocas y esto se debe a una serie de factores como: la situación económica, cambios climáticos, nuevas bebidas, tendencia a una vida más saludable y a que los consumidores toman menos pero un poco mejor, por mencionar algunas.
“Tiene que ver con esto de que cuando nos fuimos de la cantidad a la calidad, que fue algo muy bueno para el posicionamiento muy fuerte a nivel mundial pero creo que nos olvidamos del consumidor del día a día. Nos fuimos buscando mucho hacia arriba pero hoy se está volviendo a un espacio más llano, liso y terrenal”, comentaba el enólogo y empresario mendocino Héctor Durigutti a Winexplores.
De todas maneras, la industria presenta un desafío grande para este año frente a la apertura comercial y las claves tributarias con sus medidas financieras y, a medida que mejore la actividad económica el consumo va a recuperarse.
“En Argentina alrededor de cuatrocientas mil familias viven directa o indirectamente del vino”, comentaba el Sommelier, productor y ex presidente de la Asociación de la Sommellerie Internacional (ASI).
La industria del vino está en constante transformación influenciada por los cambios en los gustos de los consumidores, las técnicas de producción y comercialización.
Las tendencias que podrían marcar un futuro en el vino son la sostenibilidad y agricultura regenerativa, tema clave de agenda en la industria del vino, los vinos naturales y de menor intervención, auge de vinos blancos, de baja graduación alcohólica o vinos sin alcohol, vinos espumosos como parte de la diaria y no solo para motivos de celebración, envases innovadores, preferencia en vinos del lugar refiriéndose a zonas más específicas, enoturismo y experiencias, exportaciones a nuevos mercados y los vinos en la gastronomía, que viene siendo un complemento esencial para la industria.
Estos puntos parecieran ser los que este año estarán en foco de todos. La clave está en escuchar un poco más al consumidor, poder generar acciones comerciales accesibles y transparentes integrando a todos y no a unos pocos.
En el comercio a nivel mundial, Argentina tiene una importante participación, ubicándose en el 7° puesto como productor de vinos y en el 10° como exportador. “Argentina es un país vitivinícola muy fuerte”.
El vino se seguirá comprando, consumiendo y disfrutando acá y en todo el mundo.
Los invito a levantar la copa y brindar por nuestra industria vitivinícola y seguir creciendo juntos de la mano y por el mismo camino, el del vino. Fomentemos a una industria responsable, trabajadora y honesta.