El juicio de Paris de 1976
El día en que los vinos californianos aniquilaron a los vinos franceses

Sommelier.
El juicio de Paris fue todo un hito para el mundo del vino, donde la reputación de los famosos vinos de la región de Burdeos y Borgoña estuvieron en "jaque mate".
En la década de los ´70 los vinos franceses de Burdeos y Borgoña dominaban el mercado mundial, la calidad y fama que tenían hacían de estos caldos un elixir para todos los amantes del vinos. Francia era considerada como la cuna del vino gracias a su gran prestigio y trayectoria.
En este juicio, un evento que contaba con un jurado de los más expertos, calificaba y comparaba, a ciegas, vinos de california con vinos franceses. El orquestador del evento, Steven Spurrier, un comerciarte y experto de vinos inglés, tenía como objetivo demostrar que los vinos de California podían competir contra los grandes vinos de Burdeos y la Borgoña, dos regiones referentes del mundo vino.
El evento se dividió en 2 categorías de evaluación: por un lado se juzgaban vinos blancos californianos vs. vinos blancos de la borgoña, precisamente de la uva Chardonnay. Luego, se cataba la categoría de vinos tintos, esta incluía tintos de la región de Burdeos vs. Californianos, estos de la uva Cabernet Sauvignon.
Los verdugos de este juicio fueron reconocidos Sommelier, periodistas especializados en vinos y enólogos con basta experiencia. Ninguno sabía lo que iba a probar ya que era una cata totalmente a ciegas y, en este tipo de catas, la valoración es la más honesta y transparente de todas ya que no tienen influencia previas.
El veredicto final sorprendió tanto a los jueces y bodegueros, fue todo un hito derribar a los “famosos” vinos franceses.
En la categoría vinos tintos el californiano “Stag´s Leap Wine Cellars Cabernet Sauvignon” se quedó con el primer lugar, superando a grandes rivales como Chateau Mounton-Rothschild.
En la categoría vinos blancos, el californiano “Chateau Montelena Chardonnay” se coronó victorioso, superando grandes de la Borgoña de la talla como Meursault-Charmes.
Este evento fue trascendental que hasta Hollywood hizo un film tributo al famoso juicio: “Bottle Shock”.
La conclusión que podemos sacar es que el evento marcó un antes y un después en los vinos de California, revalorizándolos y posicionándolos en el mercado internacional como vinos de alta calidad. Pero creo que lo más importante fue demostrar que la cata a ciegas de vinos es funcional para determinar la calidad de cualquier vino sin dejarse llevar por “emociones” previas, muchas veces se juzgan vinos en base a grandes amistades y beneficios, dejando en evidencia que la diversidad de la industria del vino es a nivel global y no solo de unos pocos países, o mejor dicho, regiones. Siempre resultó imposible que vinos del “nuevo mundo” superasen a los del “viejo mundo”.
Gracias a todo el trabajo que se viene haciendo, desde capacitaciones enológicas, conocimientos e investigaciones, viajes, tecnología, podemos decir que nuestros vinos se han ganado un lugar en la industria vitivinícola. Ojo, todavía falta, y mucho. pero aprendimos de los mejores.
Dicho todo esto, no caigamos en el error más común de creer que somos mejores ni de ponernos la piel del oso antes de cazarlo.
¡Chin Chin!