Efemérides del vino
14 de Abril: día internacional del Tannat

Sommelier.
La cepa francesa más oriental de todas: así como Argentina adoptó al Malbec, los charrúas le abrieron las puertas al Tannat.
En homenaje a Don Pascual Harriague, el Instituto Nacional de Vitivinicultura de Uruguay, decretó que el 14 de Abril se le rindiera reconocimiento a este noble varietal.
Harriague, nacido en 1819, fue un empresario y productor vascofrancés, promotor de la cepa con sus viñedos. Llegó al país en 1840 y, tras distintas actividades ganaderas en el país, se instaló en la ciudad de Salto. Hacia 1870, y luego de algunos años de ensayos con distintas variedades, encontró en las uvas Tannat las condiciones para elaborar un gran vino tinto que pudiera valerse por sí solo.
Pero el origen de esta cepa, que nació en el suroeste de Francia, precisamente de la zona de Maridan, supo adaptarse muy bien a suelo yorugua. De hecho, han logrado hacerse un nombre gracias a esta variedad y hoy en día se lo conoce como el país del Tannat.
En suelo argentino, la variedad la podemos encontrar en 17 provincias vitivinícolas, siendo Mendoza la que más hectáreas tiene plantadas. Si bien es cierto que no es de las uvas que más salida tienen, debo reconocer que se logran muy buenos vinos varietales, como los mendocinos o salteños, y también es una cepa que combina y potencia otras uvas en cortes o blends.
El Tannat es una variedad bastante vigorosa que suele manejarse en poda larga. Los racimos son grandes, mientras que las bayas son pequeñas a medianas. El Tannat produce unos vinos de gran color, algo tánicos y con nervio (con una acidez ligeramente alta). Los vinos expresan una mezcla de frutas negras, como moras, ciruelas y arándanos, junto a notas especiadas de pimienta y un toque herbal, eucalipto. Esta variedad permite elaborar vinos tintos de calidad, potentes, estructurados y aptos para el envejecimiento. Los nuevos consumidores han cambiado un poco los gustos y condiciones del mercado, por lo que podemos encontrar ejemplares más ligeros y fáciles de tomar.
Desde un rincón del norte neuquino, en Chos Malal, a 400 km de Neuquén capital sobre la ruta 40, se encuentra Bodega Des de La Torre. Es un proyecto familiar que tiene dentro de su portfolio una línea ícono que se llama Oliverio, haciendo referencia al primer hombre de la quinta generación de la familia, y que elaboran un Tannat para dicha gama de vinos. Son solo 300 botellas únicamente de cada variedad que van produciendo a medida que el clima y la naturaleza los deja. No todos los años repiten las variedades para esa línea. @bodega_desdelatorre
¡Chin Chin!