Investigación
Trata, prostitución y drogas: el vicio que el poder real consume y silencia

Periodista y Director de Newstad
Empresarios millonarios, dirigentes de clubes de fútbol y una trama que desnuda el peor desastre de Argentina.
Tenemos fotos. Y videos. Tenemos entrevistas y documentos que prueban el desastre que existe, se financia, recluta, distribuye, somete y esconde el poder real de Argentina. Empresarios multimillonarios, de esos que están sonrientes en la lista Forbes. Aviones privados, sistemas de reclutamiento con orden de mérito y sobres en dólares en la mesa de luz. Cenas privadas y noches de casino con desfile incluido en departamentos de empresarios. Es el principio de una investigación de Newstad y que desnuda el lado de mayor opacidad nacional.
Apuramos un café con Federico Teijeiro hace meses, hablando del tema. Decidimos hacer investigaciones y chequeos para corroborar, él ya tenía mucho trabajo sobre el tema y le dimos rienda suelta. Federico conoce e investiga el tema hace tiempo, juntos nos pusimos a trabajar. Conseguimos hablar con gente, grabar gente, expedientes y comprobar que la justicia no nos quiere ni cerca a la hora de hablar de empresarios millonarios, políticos, clubes de fútbol, menores y trata: la nueva esclavitud. Quisimos hablar con jueces, fiscales, periodistas, víctimas de trata, empresarios: todos saben con precisión lo que pasó y pasa, pero por distintos motivos prefieren no hablar.
Sabemos cómo funciona el sistema, sabemos que River es el nuevo Independiente, que el gimnasio de la calle Córdoba no cierra porque es una vidriera y que el señalado judicialmente es Matías Barreiro, dirigente de River que fue contactado y prometió devolver el llamado. Lo seguimos esperando. Sabemos que el juez Ariel Lijo tiene una causa que incluye la denuncia a Alejandro Roemmers, un empresario del círculo más rojo de Argentina, señalado según el expediente como artífice de este sistema que existe debajo del agua. Casi una casta, un sistema de premios y castigos, con roles, bien piramidal, donde distintos hombres, muchos con carencias, luchan por posicionarse dentro del “mundo Roemmers".
También investigamos a Pedro Puerta y German Kizcka. Son parte del poder permanente y están absolutamente acorralados por una causa por pedofilia y distribución de 913 materiales. No parece, pero es lo mismo. Es la política y los negocios dentro de un sub mundo de oscuridad que desemboca en redes de captación y prostitución de menores. Eligieron salvar a German y Sebastián se hizo cargo aduciendo su afición por los videos de pedofilia y las drogas.
A las apuradas un casamiento se llevará a cabo en once noches. Pedro Puerta, a pesar de haber dicho explícitamente en un streaming que era consciente de la situación de los hermanos presos, hoy está desligado. “Si te gusta el gurí, el gurí”, dijo riéndose al recomendar el uso de un producto como viagra natural. Quedó todo grabado, la justicia elige salvarlo.
Los parámetros actuales de trata no son los que teníamos hace treinta años: no existe la mujer atada a la pared que es violada sistemáticamente. La trata es también hoy un grupo de hombres sonrientes e impecables comiendo en Puerto Madero, donde los que están ahí sentados tienen que esperar a que les permitan irse, y si hace falta al departamento de un empresario aunque no quieran, y aunque estén cansados de ir al Casino a gastar plata que no es de ellos.
Roberto Mazzoni fue parte del desastre. Un hombre vinculado a distintos empresarios y famosos, a periodistas que facilitaban “chicos” en nombre de la buena onda. Vinculado a lo peor de esa oscuridad que lo maltrató y decidió denunciar. Lo hizo con la voz quebrada en el plenario que ningún medio quiso darle volumen. Contó con detalles el desastre, a nadie le importó demasiado.
Los grilletes son trajes a medida de miles de dólares, son lapiceras con miles de dosis de hormona de crecimiento arriba de la mesa de luz, son teléfonos, ropa y sueldos en dólares que crecen al compás del sometimiento y aislamiento de su grupo familiar. Autos, departamentos, ropa y teléfonos, nada a su nombre. El que cumple, avanza de fase y se queda, el que incumple o se muestra incómodo, queda marginado.
Matías Barreiro es parte de River, está denunciado y hace dos años que esa causa está sin demasiado movimiento, ahí se describe el accionar. Hay testimonios de personas que comieron en la parrilla Roldán y que después de entrar al departamento de Barreiro no se acuerdan más nada. Como si los hubieran drogado después de tomar una medida de whisky añejo. En el cuarto de al lado, desmayada, una famosa muy famosa se despierta igual de violentada que el hombre. Nadie sabe qué pasó. Están rotos ahora.
Parte de la investigación está en la justicia. Noches en el Sheraton, viajes a Calamuchita en helicóptero, noches de Casino y un staff de bailarines en una lista como próximas “adquisiciones”. Incluso un caso que es el que pone todo fuera de la ley, un menor de edad al que llamaba “uruguayo” y que fue parte del equipo y no tenía 18 años. Tal vez también recibió la lapicera con hormona de crecimiento para estar al nivel de los pedimentos, así como la afeitada total del cuerpo y una dosis de gimnasio diario que permite llegar al nivel que se les exige para pertenecer.
Fiestas interminables, paseos en Ferrari y una red de reclutamiento que pone en debate el concepto de trata. Dependencia económica, pérdida de libertad para moverse, aislamiento de su grupo familiar, todos los factores hoy considerados derechos, vulnerados. La justicia tiene la causa, Viviana Canosa promete denunciar un tema que nunca denunció habiendo pertenecido al círculo de los famosos más de treinta años. Ahora explota una caja negra de avión y empieza una investigación que tendrá tres capítulos en Newstad junto a Federico Teijeiro. Esto recién empieza.
Hay periodistas, colegas que forman parte de esto. Muchos hablaron hasta que cobraron. Otros grabaron notas para negociar su dignidad.