Periodistas y medios estatales
Trabajar para un medio estatal, qué dilema

Periodista.
Sueldos millonarios y pauta del estado. Cambio de grilla con la llegada de Javier Milei. Medios sin pauta y cambio de época.
Hace poco me sonó el celu con la propuesta de desembarcar en la mítica Radio Nacional. No tuve ni que pensarlo: una de las emisoras con más historia y penetración a nivel federal. Básicamente te escucha TODO el interior del país, inclusive en los lugares más recónditos de Argentina ahí está Radio Nacional. Con esta nueva gestión del Presidente Javier Milei han logrado posicionarla entre las AM más escuchadas en Capital Federal también. Todo un emblema.
El edificio emplazado en la calle Maipú 555 es una real catedral. Demasiada historia recorrida entre esas paredes: los orígenes de las transmisiones fonoeléctricas o magnetofónicas en alta fidelidad, los inolvidables radioteatros que tanta compañía le hacían a los más fieles oyentes, transmisiones exclusivas en pleno conflicto bélico por las Malvinas, los más relevantes referentes de la voz llegando a lo largo y ancho de nuestro territorio durante décadas... qué más decir. Fue muy halagadora la posibilidad de hacerlo.
PERO (siempre hay un "pero").
Desde los inicios de mi carrera he sido muy crítico de colegas que trabajan en Medios Estatales. Claro que todos aquellos que lo hacen honestamente y cuya carta de presentación es su preparación y talento merecen su sueldo digno. Nadie trabaja gratis.
Finalmente la semana pasada comencé. El grupo humano y técnico es increíble. Profesionales que marcan con su impronta el LEGADO de semejante institución: musicalizadores, productores, directivos, todos trabajando con brío y mancomunadamente para mantener el barco a flote. Ingresar a un lugar y percibir el amor que se le pone a las cosas es algo imposible de poner en palabras, pero se transmite. Es una especie de ósmosis que llega y te invade el cuerpo entero. Gente histórica que ha sobrevivido a distintas gestiones y gobiernos, que han sabido negociar detrás de esos micrófonos con "cómo contar la historia entera de nuestro bendito país del modo más objetivo"...
Creo fehacientemente que durante el kirchnerismo la ecuanimidad periodística se vio sumamente alterada. Y que el mismo sistema corrupto hizo del "acomodo" la gran vedette de la escena de los medios operados (justamente) por la Secretaría de Medios y Comunicación Pública. El nivel de despojo que dejó el paso del populismo por estos edificios públicos históricos es considerable y notoriamente palpable a la vista. Ahí comenzó mi disyuntiva...
Soy un profesional honesto. Cualquiera que ose públicamente mancillar mi MORAL de vida quedará pasible de comerse una acción judicial. Eso le pasó a la panelista Josefina Pouso, quien de la nada y en uno de los programas más vistos del país me trató de inmoral afectando directamente mi honor. Jamás habíamos tenido ni un SI ni un NO. Me cuesta entender cómo es que hay gente que (sin provocación alguna) atenta contra la MORAL de otro que JAMÁS le hizo nada. Enseguida me comuniqué con el mejor abogado penalista que conozco, el Dr. Marcelo Biondi con el fin de llevarlo al plano judicial. EN LA MORAL DE UNA PERSONA ESTÁ EL LÍMITE. Mí respuesta no se hizo esperar, obviamente. Si me atacás gratuita e injustificadamente voy a replicar, y con contundencia. Las personas que inician pleitos y mancillan públicamente deben atenerse a los vueltos que reciban. Es parte del dinamismo del "juego" mediático.
En la misma sintonía escuché al actor devenido en conductor Coco Sily en una radio extremadamente popular (Pop 101.5) afirmar que a mí me beneficiaba el Estado por estar en concordancia (en términos generales) con este gobierno. Se me vino de inmediato a la mente el aforismo: "el ladrón ve a todos de su condición". Es que durante el kirchnerismo hicieron de la plata de la gente un festín. Sueldos astronómicos por trabajar en medios públicos como Televisión Pública o Radio Nacional (o Nacional Rock). Muchos contratos escandalosos inclusive fueron publicados y viralizados. Conductores, panelistas, columnistas, TODOS beneficiados y mamando de la teta del ESTADO. Esa teta que a TANTOS ha sabido alimentar. Cómo diría Viviana Canosa: "con la tuya y la nuestra".
Lo desafío a Coco Sily a que presente en sus redes su contrato (que debería ser público). Que podamos saber cuánto ganaba por conducir "Noche de Mente" en la Televisión estatal todas las noches durante la gestión anterior.
Mi única condición al momento de aceptar conducir "vuelta en el aire" de lunes a viernes de 17 a 20 hs en Radio Nacional fue que el Estado me abonara CERO pesos. Voy a autogestionarme comercialmente mi espacio. Llevaré algunos pnt s y de ahí obtendré un sueldo. NO QUIERO QUE VOS, QUE ME ESTÁS LEYENDO TENGAS QUE PAGARME UN SALARIO A MÍ.
Considero que el país necesita ese presupuesto para necesidades (básicas y perentóreas) de muchos argentinos. Tendré menos ingresos, no me interesa de verdad, pero duermo tranquilo sin deberle nada a NADIE. De algún modo es el "leimotiv" de esta gestión: menos Estado y más autogestión. Soy de ese grupo de periodistas honrados que adscriben ese modelo. Es parte de la MORAL que construyo día a día.
Mí contrato es público y estará a disposición de todos USTEDES.
Ojalá Coco Sily pueda leerlo.