Misterio en Estados Unidos
Nuevos datos cambian la fecha de la muerte de la mujer del actor Gene Hackman

Periodista.
El análisis de su teléfono móvil revela que llamó a una clínica médica un día después de la fecha indicada por la autopsia. Describió algunas molestias, pero, según los médicos, no mencionó dificultades relacionadas con el hantavirus.
MADRID (Corresponsal) - La muerte del actor Gene Hackman y de su esposa Betsy Arakawa siguen envueltas en el misterio, a pesar de las explicaciones oficiales. Es más, según informaciones difundidas por varios medios, Arakawa no habría muerto el 11 de febrero, como dictaminó la autopsia, sino al menos un día después.
Cuando las muertes parecían aclaradas, Arakawa, según la Oficina del Sheriff de Santa Fe (Nuevo México), habría muerto el 11 de febrero, afectada por hantavirus, y Gene Hackman, el 18, el análisis del teléfono móvil de la mujer parece dar un vuelco inquietante.
Varios medios aseguran que el 12 de febrero, Arakawa llamó a un médico tres veces durante la mañana. "Describió molestias relacionadas con la congestión, pero no mencionó ninguna dificultad para respirar, falta de aire o dolor en el pecho", declaró a la BBC el doctor Josiah Child, que dirige la clínica donde la mujer había llamado. Child hizo referencia así a algunos de los síntomas del hantavirus.
Ella tenía cita para el 12 de febrero, pero la canceló el 10, explicando que tenía que cuidar de su marido. Ese día, por la mañana, Arakawa volvió a pedir ayuda médica y le dijeron que fuera a la clínica de Child esa misma tarde. Entonces, desde la clínica la llamaron varias veces, sin que hubiera respuesta.
La autopsia, dada a conocer en una conferencia de prensa, fijó la muerte de Arakawa el 11 de febrero, fecha de sus últimos correos electrónicos y de la visita a varios comercios. Volvió a su casa a las 17.15 y, desde entonces, no se supo más nada de ella. El análisis de su teléfono móvil cambia la versión inicial. Hackman habría muerto el 18, fecha de la última actividad de su marcapasos, que mostraba un paro cardiaco, agravado por alzhéimer.
Los nuevos datos arrojan dudas sobre la autopsia y sobre por qué la policía hizo públicas esas conclusiones cuando faltaban los datos de los teléfonos móviles, que suelen ser, hoy en día, de suma relevancia. El cotejo de las llamadas también indicaría una falta por parte de los médicos que, ante la falta de respuesta de Arakawa, no hicieron ninguna denuncia ni, mucho menos, enviaron a alguien a casa de los Hackman para ver qué ocurría.
Por ahora, las autoridades no pueden difundir imágenes de la mansión de los Hackman ni revelar mayores detalles sobre la investigación, por orden judicial. Esto, lejos de dar certezas, profundiza el misterio sobre las muertes.
La herencia del actor (80 millones de dólares) fue legada por Hackman, en 2005, a Arakawa. Como ella murió antes que él, los tres hijos del actor podrían resultar beneficiarios, a pesar de haber sido excluidos del testamento.