ESPECIAL PARA NEWSTAD
Milei recibe al presidente electo de Venezuela y escenifica su oposición a la dictadura de Maduro
Edmundo González Urrutia hace una escala en Buenos Aires como primer destino de una gira internacional. La dictadura ofrece una recompensa por su captura. Lo recibe el presidente a las 11 en la Casa Rosada.
El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, recibe un fuerte respaldo por parte del presidente Javier Milei en medio del choque diplomático entre los dos países por el secuestro de un gendarme argentino al que el régimen de Maduro acusa de espía. El argentino lo espera esta mañana del primer sábado del año en la explanada de la Casa Rosada para darle un abrazo en el comienzo de una gira que debería terminar en Caracas con la asunción del venezolano, el 10 de enero. El régimen dictatorial de Nicolás Maduro, que desconoce los resultados de las actas electorales que le dieron el triunfo a la oposición, asegura que espera a González Urrutia para encarcelarlo y hasta ofrece una recompensa de 100.000 dólares por cualquier información que permita capturarlo. En cambio, los venezolanos exiliados en Argentina dicen que lo van a arropar y acompañar con una gran movilización en esta mañana del sábado en la Plaza de Mayo. Esperan que Milei y González Urrutia salgan al famoso balcón de la Casa Rosada a saludarlos. En algún lugar de Venezuela también aguarda en la clandestinidad, María Corina Machado, la mujer que tuvo que ceder su puesto de candidata e hizo posible el triunfo de la oposición en las elecciones del 28 de julio. Desde su cuenta de X, llamó a una gran movilización para el 10 de enero y asegura que la “derrota final” del régimen de Maduro está “muy cerca”.
González Urrutia llega desde España, donde se exilió el 8 de septiembre después de que la justicia adicta al régimen venezolano lo acusara de “conspiración” y “asociación para delinquir”. En realidad, había ganado las elecciones por el 67% de los votos. Lo probó la oposición al publicar 24.532 actas electorales, que corresponden al 81,7% del total y que fueron recogidas por cientos de voluntarios, los bautizados como “comanditos”. A pesar de esto, y sin mostrar otros documentos, el régimen de Maduro desconoció los resultados y se proclamó vencedor. La situación desató protestas que dejaron 28 muertos y unos 200 heridos, además de 2.400 detenidos. Tres de los arrestados murieron en prisión y cerca de 1.400 están ahora en libertad condicional. La líder opositora María Corina Machado, que se cree permanece en una embajada de un país europeo en Caracas.
La líder opositora María Corina Machado, que se cree permanece en una embajada de un país europeo en Caracas, es quien mantiene desde entonces unida a la oposición dentro de Venezuela, mientras González Urrutia conseguía apoyo en Europa y América Latina. En septiembre y octubre fue recibido por el presidente Sánchez de España y la primera ministro Meloni de Italia. También obtuvo el respaldo del Parlamento Europeo y el premio Sajarov por sus “esfuerzos para restaurar la libertad y la democracia”. Ahora inicia esta gira que lo llevará también a Uruguay y Chile. El triunfo de González Urrutia es reconocido por Estados Unidos, Argentina, Chile, Uruguay y Ecuador, entre otros. En cambio, Colombia, México y Brasil, los países que debían custodiar el resultado de las urnas por ser aceptados como mediadores tanto por parte del régimen y la oposición, continúan teniendo una actitud ambigua de “no intervención” que hasta ahora le da respiro a la dictadura. Venezuela se cierra cada vez más y parecería estar ya en el mismo carril que transitó Cuba en los últimos 70 años, con el apoyo sólo de regímenes autoritarios como los de Rusia e Irán o grupos terroristas como el Hezbollah libanés.
González Urrutia llega a Buenos Aires en el momento más delicado de la relación de la Argentina con Venezuela por la detención del gendarme Nahuel Gallo, que se encuentra en una prisión de Caracas, posiblemente la de El Rodeo, aunque el régimen se niega a revelar su exacto paradero y en qué condiciones se encuentra. El presidente Milei exigió liberación inmediata y calificó a Maduro de “dictador criminal”. Y agregó que “agotaremos todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo a la Argentina”. El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab –enlace del régimen con el Hezbollah libanés y denominado “el poeta de la revolución” por sus veleidades literarias-, anunció la semana pasada que el gendarme Nahuel Gallo fue imputado por los delitos de conspiración, terrorismo, financiación al terrorismo y asociación ilícita, y que la fiscalía disponía de "información de inteligencia que lo vincula con la planificación de acciones desestabilizadoras y terroristas en territorio venezolano". El gobierno argentino niega todas las acusaciones y presentó pruebas de que Gallo entró a Venezuela en forma legal, con todos los permisos correspondientes, para visitar a su esposa y su hijo recién nacido. Después de casi un mes sin que su familia tuviera certeza de su paradero, el régimen de Caracas difundió unas imágenes de el gendarme en prisión, en respuesta a la exigencia por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de que informe sobre su estado. En este contexto, la visita de González Urrutia a la Casa Rosada es una muestra más de la equidistancia que existe entre el régimen venezolano y el gobierno argentino. Y una acción concreta para respaldar a la oposición venezolana en esta lucha titánica que emprendió contra la dictadura de Maduro.