DE CARA A LAS ELECCIONES
Milei a lo Trump: entre el Gran Acuerdo Nacional y la peligrosa división
El presidente busca una alianza total con el PRO para "arrasar al kirchnerismo", pero exige que Macri asuma un rol más activo. Estrategia a lo Trump para consolidar su gestión y polarizar con el populismo K.
El presidente Javier Milei, en una entrevista con Luis Majul, expresó su disposición a avanzar en un acuerdo con Mauricio Macri con el objetivo de "arrasar al kirchnerismo en las próximas elecciones". Sin embargo, condicionó este acercamiento a que el expresidente participe activamente tanto en la política partidaria como en la gestión de cargos. ¿Qué implica esto?
La estrategia de Milei tiene paralelismos con la empleada por Donald Trump en su primer mandato y que, probablemente, mantenga en el actual: amenazar con romper todo, atacar, y luego negociar un acuerdo que le resulte beneficioso. Esto quedó claro semanas atrás, cuando Milei insistió en que debía haber un acuerdo total entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO. En sus propias palabras: "o hay un acuerdo total en todo el país o vamos separados en todos lados". No hay espacio para arreglos puntuales por distrito. Durante la reciente entrevista reiteró: "tengo vocación activa de ir a un acuerdo total en todo el país".
Con estas declaraciones, Milei deja en claro que está impulsando el pacto desde LLA, pero exige que Macri adopte una participación igualmente activa desde el PRO. Milei busca evitar que se repita el escenario de 2023, cuando Macri se mantuvo al margen mientras la interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich fracturaba al PRO.
Después de las elecciones finales de noviembre de 2023, la “política de cargos” que ahora reclama Milei brilló por su ausencia. Aunque Bullrich y Luis Petri asumieron roles ministeriales, no se llegó a un acuerdo por la presidencia de la Cámara de Diputados. Finalmente, ese lugar fue ocupado por Martín Menem, a pesar de que el PRO insistió en postular a Cristian Ritondo, su principal articulador en la fiscalización electoral. Además, otros puestos solicitados por Macri como parte del “Pacto de Acassuso” fueron ignorados por LLA. Hoy, Macri reclama a Milei: “me llamás ‘presidente Macri’ tantas veces, pero no consideraste a ninguno de los nombres que te propuse para ocupar cargos clave”. Curiosamente, ahora es Milei quien busca esos acuerdos.
Sin embargo, mientras propone una alianza, Milei lanza ataques directos al PRO, especialmente al sector macrista. Un ejemplo es su denuncia de supuestas "listas de protección" en la AFIP para empresarios kirchneristas, vigentes desde 2016. Esta táctica de atacar para luego negociar, como se señaló anteriormente, es característica de Trump. Karina Milei y Santiago Caputo, este último operando a través de Alifraco, son los arquitectos de esta estrategia, que incluye una intensa campaña en redes sociales para ejercer presión. Mientras tanto, Javier Milei adopta el rol de "policía bueno", presentándose como el líder dispuesto al diálogo y a los acuerdos, mientras Karina y Caputo actúan como el "policía malo", lanzando ataques dirigidos a figuras clave del PRO y amplificando tensiones para forzar negociaciones. Los dardos más recientes han apuntado a María Eugenia Talerico, aunque también han alcanzado a Jorge Macri, jefe de gobierno de CABA, y al propio Mauricio Macri, acusado de buscar control sobre la Hidrovía.
Jorge Macri, en un acto realizado ayer ante la militancia del PRO, instó a sus bases a redoblar esfuerzos y propuso la candidatura de su primo, Mauricio Macri, como senador en las próximas elecciones. El objetivo es consolidar el partido frente al crecimiento de LLA en la Ciudad de Buenos Aires, frenar las aspiraciones de Ramiro Marra —quien ha mostrado una notable actividad política— y priorizar la seguridad como eje central, con Waldo Wolff liderando esta agenda. Cabe destacar que, hace pocos días, Diego Kravetz, segundo de Wolff, sorprendió al abandonar su cargo para asumir como subsecretario de Inteligencia del Estado, en un movimiento inesperado que tomó a todos por sorpresa. En Buenos Aires, dos figuras del PRO se encuentran en el centro de los ataques y generan preocupación: Cristian Ritondo y Diego Santilli, ambos bajo sospecha por casos de corrupción. Ritondo cuenta con el respaldo de una parte del gobierno, mientras que Santilli, quien en las últimas semanas se ha mostrado alineado con el Gobierno, enfrenta un virtual veto y carece del apoyo de Mauricio Macri.
¿Qué busca Milei con todo esto? Su objetivo es doble. Por un lado, un acuerdo con el PRO le permitiría no solo llenar listas en todo el país, como sucedió en algunos distritos en 2023, sino también garantizar una fiscalización electoral robusta, algo que actualmente LLA carece debido a la falta de personal y experiencia. Por otro lado, si el PRO no accede a un pacto, las consecuencias podrían ser catastróficas para ellos, especialmente en su principal bastión: la Ciudad de Buenos Aires. El gobierno de Jorge Macri enfrenta dificultades para despegar, mientras que la imagen de Milei sigue siendo fuerte, incluso tras el ajuste económico. Una derrota en la Ciudad, el corazón del PRO, podría desencadenar el desmoronamiento del partido, un escenario que muchos en sus filas temen profundamente.