Memoria, reclamo y justicia
Masiva movilización en Buenos Aires en repudio al asesinato de la familia Bibas y en reclamo por la liberación de rehenes
Miles de personas se congregaron en Almagro para exigir la liberación de los 73 rehenes que aún permanecen en manos de Hamás y rendir homenaje a la familia Bibas, asesinada en cautiverio. La movilización, convocada por organizaciones judías y de derechos humanos, contó con la presencia de referentes políticos y diplomáticos. El color naranja, símbolo de la causa, predominó en la multitud, que clamó justicia y el fin del secuestro de civiles en Gaza.
Miles de personas se reunieron en el barrio porteño de Almagro para exigir la liberación de los rehenes que continúan en manos de Hamás y rendir homenaje a la familia Bibas, asesinada en cautiverio. Con una fuerte presencia de banderas y pañuelos naranjas, el acto reunió a referentes de la comunidad judía y a ciudadanos que clamaron por justicia y el fin del secuestro de civiles en Gaza.
El evento, organizado por la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), la Organización Sionista Argentina (OSA) y el Foro de Familias de Secuestrados y Desaparecidos, contó con la presencia de diplomáticos y líderes comunitarios que manifestaron su repudio al accionar de la organización terrorista. “Cada minuto que pasan en manos de Hamás puede ser la diferencia entre la vida o la muerte”, expresó la AMIA en sus redes sociales, remarcando la urgencia de la liberación de los secuestrados.
El acto abrió con palabras del periodista Alfredo Leuco y continuó con el encendido de velas por parte de familiares de los rehenes y víctimas fatales de la masacre del 7 de octubre de 2023. En su discurso, Leuco señaló que “el nazismo ha vuelto con disfraz de islamismo extremo”, en referencia a la brutalidad de los ataques sufridos por Israel.
El presidente de AMIA, Amos Linetzky, tomó la palabra y recordó que, como comunidad, “nos cuesta todavía digerir y aceptar el pogrom del 7 de octubre de 2023”. La referencia no fue casual: la matanza y secuestro de civiles judíos perpetrados por Hamás evocan los pogromos que, a lo largo de la historia, significaron persecuciones violentas contra comunidades judías, especialmente en Europa del Este. Estas masacres, muchas veces promovidas o toleradas por las autoridades, dejaron una marca imborrable en la memoria del pueblo judío. “No podemos permitir que la historia se repita”, enfatizó Linetzky, quien también agradeció “a Javier Milei y Jorge Macri por la solidaridad, y al Gobierno nacional por decretar dos días de duelo”.
El titular de la DAIA, Mauro Berenstein, y el líder de la OSA, Demián Stratievsky, también participaron en el acto central, donde se criticó la inacción de organismos internacionales como la Corte Penal Internacional y la Cruz Roja ante la crisis humanitaria que atraviesan los rehenes. “No podemos permitir que la justicia sea selectiva”, sentenció Linetzky.
El embajador de Israel en Argentina, Eyal Sela, estuvo presente y recordó el brutal asesinato de la familia Bibas. “Estamos aquí para recordar a Ariel, Shiri y Kfir, y para exigir la liberación de los 73 rehenes que aún permanecen cautivos, entre ellos cuatro argentinos”, declaró. Sus palabras fueron seguidas de un emotivo aplauso.
El momento más conmovedor de la jornada se vivió con la proyección de imágenes de los secuestrados y la entonación de los himnos de Argentina e Israel. Además, se encendieron velas en memoria de las víctimas y se realizó una oración a cargo del rabino Eliahu Hamra, quien rogó por el descanso de los fallecidos y la pronta liberación de los cautivos.
Entre los asistentes, el reclamo se reflejaba en carteles y pancartas con frases como “¡Devuélvanlos ya!” y “Tráiganlos a casa”.
La convocatoria se llevó a cabo días después de la confirmación de la repatriación de los cuerpos de Shiri Bibas y sus dos hijos, Kfir y Ariel, quienes fueron brutalmente asesinados mientras estaban en cautiverio. La noticia generó un profundo dolor y despertó una oleada de manifestaciones en diversas partes del mundo. La familia Bibas será despedida en una ceremonia privada en Israel, mientras que su entorno pidió a la población rendirles homenaje en una caravana fúnebre.
El color naranja, elegido en honor a la familia Bibas por el característico cabello pelirrojo de sus integrantes, predominó en la movilización y en los edificios públicos iluminados en solidaridad con la causa. “Hoy este color es un símbolo de unión por el reclamo de liberación de todos los secuestrados”, destacaron desde la AMIA.
Con un clima de recogimiento y una comunidad movilizada, el acto finalizó con un mensaje contundente: el compromiso de seguir exigiendo justicia y la liberación de los rehenes hasta que todos regresen a casa.