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Los Legrand en crisis: maltrato, cambio de época y la guerra del rating
El ciclo más antiguo de la historia enfrenta la caída del rating y la polémica. Maltrata a García Moritan y rumores de final en 2025. El temor de la familia más antigua de la televisión y la crisis de por la falta de invitados. El efecto Colapinto.
Antes que nada es menester aclarar, por más redundante que parezca: la impronta que ha dejado Mirtha en términos periodísticos es innegable. Y si bien por momentos resulta una personalidad inescrutable, siempre termina preguntando absolutamente todo. Todo. Inclusive lo que ni el más temerario de los comunicadores se niega a cuestionar, ella lo hace.
Claro, es que a veces uno debe pagar un costo elevado ante tamaña valentía. Y Mirtha tampoco ha evitado los temibles embates de una palabra que se ha puesto de ultimísima moda este último tiempo: la cancelación.
Ni ella ni su inexperta nieta han quedado excentas del escarnio público. Y si bien es clara la diferencia entre Mirtha y Juana, ambas en muchos casos reciben la misma "propina" por parte de la gente.
Cómo olvidar aquella cena en 2018 con Natacha Jaitt arrojando a diestra y siniestra grandes verdades sobre personajes públicos, celebrities, políticos y empresarios de los medios que, en varios casos, la jugaban furtivamente, pero que de igual modo no zafaron de la letanía de acusaciones por parte de la mediática fallecida ( ¿o asesinada?).
Inclusive ese infortunio para la dinastía Legrand - Tinayre le trajo varios dolores de cabeza a la Reina Madre. Reproches, enojos y hasta cartas documento sobrevolaron las instalaciones de StoryLab, la productora de su nieto Nacho Viale y responsable de todo el contenido vertido en aquella ocasión.
Viajando más acá en el tiempo, Mirtha fue severamente criticada por su proceder ante el ex funcionario y ex marido de Pampita, Roberto García Moritan, quien confiando en el decoro profesional de la anfitriona decidió romper el silencio con la diva de los almuerzos.
Lo cierto es que la pasó mal. Bueno, en realidad ambos la pasaron mal. Moritan durante la cena se atragantó varias veces e inclusive le pidió a la Señora que bajarán el tono. Y Mirtha, quien en principio creyó ser vencedora y justiciera, no se imaginó lo que ocurriría luego de ese envío televisivo: la cancelación en su máxima expresión.
Redes como X, Instagram y Tiktok, y sin omitir muchos comunicadores de tele exhortaron a Mirtha a qué se retirará de una vez, siendo el improperio recurrente el de "vieja gaga". Es que como sociedad tampoco nos hemos curado del edadismo, lamentablemente. Y si bien las disculpas se hicieron presentes una semana después, su naturaleza pasa por generarnos esa dicotomía constante sobre si creerle o no.
Ha decir verdad la soberbia le jugó en contra. Tal vez será que ya ninguno de sus colaboradores pueden marcarle por dónde no ir, tampoco su producción. Y eso termina siendo contraproducente. Inclusive para Juana, a quien también añado en esta columna.
Preocupada por un rating exiguo e invitados que no mueven el amperímetro (a pesar de los esfuerzos de la producción por llevar caras famosas a almorzar), nada pareció ser muy alentador durante el transcurrir del 2024. La verdad es que el ciclo de los domingos pasa por la pantalla sin pena ni gloria. Poca repercusión y baja audiencia. En pos de buscar un cierre apoteótico, Juana anunció para el último programa del año la estelar presencia del deportista fetiche del año: Franco Colapinto. Todos acompañaron con vitoreos y aplaudieron con brío.
Pero fue en vano. Dos días después el joven fierrero anunció que se bajaba
¿Acaso una campaña para amañar al público? ¿Buscando que ese domingo si o si la gente prendiera la tele?¿Con qué cara la conductora abriría su alicaído programa de fin de año? ¿Cuál sería la explicación? Bueno, es real que todo es lícito en la desesperada búsqueda del número que define la continuidad de un ciclo.
Colapinto buscaba un mano a mano seguramente. Pero desde su entorno más privado el rumor era claro y preciso: "no queremos que te transformes en un personaje mediático". Tanto Juana como su abuela están excediendo los límites de las preguntas y la indagación a sus invitados. ¿ Impunidad? Tal vez si. Pero los coletazos de la fallida nota a Moritan conminaron al mismísimo deportista a qué se bajará del almuerzo.
Hay varios frentes abiertos de los cuales no podría escapar: la relación con la actriz China Suárez, sus chistes con connotación homofóbica, y hasta su propio devenir sexual. Los misterios que contornean a Colapinto constituían el combo ideal y explosivo para que Juana y su gente se hiciera una panzada de domingo. Pero no pudo ser.
Mirtha y Juana... tan distintas pero tan similares a la vez que no escapan a las desavenencias de un Medio que puede elevarte a los más alto y prestigioso. Y ellas lo saben. Una ecuación perfectamente cruel: mientras más alto estés, más fuerte será la caída.
Y ambas comenzaron a su descenso.