IMPRESIONES
La Navidad: más allá de Papá Noel
La importancia de volver a pensar en el nacimiento de Jesús. La familia y el rol de las fiestas.
Me gusta dibujar. Nunca fuí a estudiar técnicas de dibujo (algo que lamento) pero siempre que puedo agarro un lápiz negro y empiezo a dibujar lo que me va saliendo. A veces pienso, previamente, lo que voy a dibujar, y muchas veces no. En este caso tenía ganas de dibujar a Jesús. Acaba de terminar el año y siempre me hago la misma pregunta cuando llegan las fiestas: ¿entendemos lo que estamos celebrando o ya lo olvidamos? Diciembre es un mes que me encanta vivirlo en Buenos Aires por su clima, por sus calles que se llenan de luces, los centros comerciales vestidos de rojo y blanco, la gente hablando de los regalos, de las cenas y, por supuesto, de Papá Noel. Este personaje, con su barba blanca, su traje rojo y su saco lleno de juguetes que se ha convertido en uno de los símbolos más reconocidos de la Navidad, especialmente en muchos países occidentales. Pero, ¿qué pasa con el verdadero significado de estas fechas? ¿No sería hora de poner un poco más de énfasis en el nacimiento de Jesús? El origen de la Navidad La Navidad, para millones de personas en todo el mundo, es una celebración cristiana que conmemora el nacimiento de Jesús en un humilde pesebre en Belén, hace más de 2.000 años. Este acontecimiento, que marca el inicio de la historia cristiana, simboliza la esperanza, la paz y el amor, pilares fundamentales del mensaje de Jesús. Pero a medida que avanzan los años, la figura de Papá Noel ha ido desplazando, en muchos casos, el verdadero sentido de la festividad. Aunque la tradición de Santa Claus tiene sus raíces en la figura histórica de San Nicolás, un obispo generoso del siglo IV, la imagen moderna de Papá Noel fue popularizada en el siglo XX, especialmente por las campañas publicitarias.
Y si bien es cierto que el personaje aporta un toque de magia y alegría para los más pequeños, ¿no estamos perdiendo de vista lo que realmente importa? Papá Noel vs. Jesús: Dos símbolos con mensajes diferentes No se trata de demonizar a Papá Noel, ni mucho menos de negar la diversión que puede generar la ilusión de los niños al recibir un regalo sorpresa de este simpático hombre de rojo. Sin embargo, al poner el foco en Papá Noel, corremos el riesgo de minimizar el verdadero mensaje de la Navidad: el nacimiento de Jesús. En lugar de centrarnos únicamente en los regalos materiales, ¿por qué no aprovechar este tiempo para reflexionar sobre los valores que Jesús predicó a lo largo de su vida? Valores como el amor al prójimo, la humildad, el perdón y la paz. Un llamado a volver a lo esencial. La Navidad debería ser un momento para reconectar con lo espiritual y con lo que realmente nos une como seres humanos. En lugar de centrarnos solo en el consumismo, el ruido de las compras y la figura de Papá Noel, tal vez sea hora de volver a poner en el centro de la mesa la historia de Jesús: un niño nacido en condiciones humildes, que vino al mundo no para ser adorado, sino para enseñarnos a vivir de manera más solidaria, generosa y compasiva. Es cierto que en tiempos modernos, las tradiciones de la Navidad se han transformado, y muchos celebran esta fecha con más énfasis en lo material que en lo espiritual. Sin embargo, no deberíamos perder la oportunidad de recordar el mensaje profundo de amor y esperanza que está en el corazón de esta festividad. Si bien Papá Noel puede hacernos sonreír y ofrecer una dosis de alegría navideña, Jesús es la razón por la que realmente celebramos: la luz que viene al mundo para transformar corazones y cambiar el curso de la historia. Vuelvo a preguntarme lo mismo: ¿es posible que hayamos olvidado lo esencial de estas fechas? Quizás sea hora de poner de nuevo a Jesús en el centro de la Navidad, y valorar su vida y mensaje tanto como celebramos la figura de Papá Noel. Después de todo, la verdadera magia de la Navidad no está en los regalos, sino en el amor que compartimos y en la paz que podemos construir. Feliz 2025 para todos.