Alternativas al aborto
La Merced Vida: contención y esperanza para mujeres vulnerables

Periodista.
En la Argentina, donde la vulnerabilidad y la soledad suelen marcar el camino de muchas mujeres en crisis, esta asociación combina asistencia concreta, escucha activa y una fuerte defensa de la vida desde el inicio.
En un contexto donde la vida humana se ve cada vez más amenazada, La Merced Vida acompaña a mujeres que atraviesan situaciones difíciles sin saber a quién recurrir, brindándoles contención, apoyo concreto y una apuesta decidida por la vida desde sus comienzos. Con programas de acompañamiento y sanación, su trabajo ha cambiado la vida de cientos de personas, siendo un referente en Argentina y el mundo.
Esta organización pone en el centro de su misión a las personas más vulnerables: las madres que se sienten acorraladas por la sociedad y sus circunstancias, y los niños por nacer que aún no tienen voz.
“La sociedad le hace creer a la mujer que el aborto es la única solución a su ‘problema’, ese ‘problema’ sería el embarazo”, afirmó a Newstad Lorena Aguilar, directora y fundadora de la sede San Martín de la asociación. “Nosotros trabajamos para mostrarles que el embarazo no es un problema, sino una oportunidad de redescubrirse y sanar”.
Con un enfoque integral, la asociación no se limita a hablar de principios o valores, sino que actúa, ofreciendo acogida, apoyo psicológico, contención material y, lo más importante, acompañamiento emocional. Es un espacio donde la vida es vista como un tesoro, no como un obstáculo. Ofrece herramientas tangibles a aquellas mujeres que atraviesan momentos de incertidumbre, brindándoles alternativas al aborto y ayudándolas a encontrar el camino hacia una maternidad esperanzada.
“Muchas de las mujeres que acompañamos han pensado en abortar creyendo que así solucionarían otras situaciones arrastradas desde hace mucho”, explicó Aguilar a Newstad. “La realidad es que ninguna mujer quiere pasar por un aborto. Es una situación traumática que quiebra su vida en dos, en un ‘antes y después’ del aborto”.
La Merced Vida es una organización de voluntarios que se movilizan en todo el país con una sola causa: proteger la vida en su forma más pura. Su trabajo abarca desde la ayuda directa hasta la educación sobre la importancia de valorar a cada ser humano desde su concepción. Sus programas no solo defienden una idea, sino que cambian vidas. Mujeres que pensaron que no tenían otra opción, que sentían que su entorno las empujaba al aborto, encuentran en La Merced Vida un refugio y un apoyo que las acompaña con dignidad hasta el final.
“De las madres que decidieron continuar con el embarazo, ninguna se arrepintió. Están felices con sus hijos porque se sienten plenas, tienen un motivo que las hace levantarse y luchar todos los días”, relató Aguilar.
Lo más impactante es que no se trata solo de rescatar vidas. La organización también se dedica a sanar las que ya han sido afectadas por el aborto, ofreciendo retiros de sanación emocional y una pastoral post aborto para quienes han vivido esa experiencia dolorosa.
“No solo la mujer que aborta padece las secuelas, los hombres también”, remarcó la directora. “Recibimos personas que sufren ataques de llanto, ira, pensamientos suicidas, rupturas de pareja o dificultades para relacionarse con sus hijos vivos. Por eso creamos espacios como el retiro ‘Salve Guadalupe’, donde trabajamos la sanación y el perdón”.
Sin embargo, lo que realmente distingue a La Merced Vida es su capacidad para conectar con todas las personas, sin importar su origen o creencias. El enfoque abierto, empático y desinteresado de la organización la ha convertido en un referente del movimiento provida en Argentina, siendo una de las principales voces que se alza con fuerza en la Marcha por la Vida, uno de los eventos más importantes del país.
Aguilar también explicó que hay 40 centros en nuestro país y casi 250 en toda Latinoamérica. "Trabajamos no solo acompañando, sino también en prevención, llevando charlas a instituciones para hablar del valor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”.
Además de su accionar local, la organización no ha dudado en alzar la mirada y contribuir a un cambio global. Trabaja en conjunto con diversas organizaciones internacionales, compartiendo estrategias y apoyándose mutuamente en la causa.
En tiempos donde la vida humana corre el riesgo de ser vista como un valor relativo, organizaciones como La Merced Vida iluminan el camino hacia una cultura más humana, donde cada vida, sin importar las circunstancias, es un regalo digno de ser protegido.
“La muerte de un hijo siempre deja secuelas, los padres deben elaborar un duelo”, concluyó Aguilar, resaltando la importancia de sus programas para abordar tanto las heridas visibles como las invisibles que deja el aborto.
La historia de esta organización es un testimonio de cómo el amor, la fe y la solidaridad pueden transformar realidades. Es un llamado a todos los que creen en la dignidad humana y a la posibilidad de que, en este mundo tan dividido, hay siempre una razón para luchar por lo que realmente importa: la vida.