ENTRENADORES ANTIGUOS VS MODERNOS
La grieta de los técnicos
Con declaraciones picantes de Néstor Gorosito, se reinició la polémica por los métodos de trabajo de entrenadores con más años de experiencia y los más jóvenes. La aparición de nuevos recursos para emplear en el trabajo de equipos y las formas de declarar son algunos de los puntos cuestionados.
Si de grietas en el fútbol se ha tratado, una de ellas fue la comparación entre los procesos de Carlos Bilardo y César Luis Menotti en la Selección Argentina, al punto de transformarlos en ideologías (Menottismo y Bilardismo), lo cual dividió bastante las aguas en el ambiente del fútbol por mucho tiempo.
Bilardo, cuando era Director de Selecciones Nacionales entre 2008 y 2014, dijo en una nota televisiva previa a un encuentro de la Selección: “la charla fue simple, los de azul y blanco se la pasan a los de azul y blanco y patean a la persona-arquero que no comió ni tomó el té con nosotros, más fácil imposible…”, dando a entender que el fútbol es solo jugar y dar pases a los compañeros y buscar el gol, sin mucha ciencia. Por su parte, César Luis Menotti, en lo que fue una de sus recordas frases, remarcó que “la heladera va en la cocina y el inodoro en el baño”, explicando metafóricamente que los jugadores deben jugar en la posición que le corresponde o que están habituados y no que se experimente en otros lugares si no son idóneos para ciertos roles.
Respecto al juego, no existían grandes diferencias. Armaron equipos campeones del mundo Y, al mismo tiempo, han logrado que a la Selección Argentina se le dé un marco de importancia que muchos años antes no se le daba. Tal vez si se hubiera sacado lo mejor de Menotti y Bilardo en vez de perder tiempo en estas discusiones, Argentina posiblemente hubiese logrado mucho más de lo que tenía hasta ese entonces (que igual no era poco). Con el proceso de Lionel Scaloni, más alá de los títulos conseguidos (Copa América Brasil 2021 y Estados Unidos 2024, Finalissima y Mundial Qatar 2022) de alguna manera se terminó la grieta, y también dejó atrás los “ismos” (nunca se habló de Scalonismo) y denominarse la Scalonetta.
Hace unos días Néstor Gorosito, quien en la actualidad dirige Alianza Lima de Perú reavivó la polémica entre entrenadores “de la vieja guardia” y entrenadores “modernos”, declarando en ESPN que “la mayoría de los (DT) que hablan difícil son lo que no jugaron a la pelota. Los que saben explican las cosas fáciles, como Ancelotti, Guardiola y Scaloni; cuando ellos hablan yo los entiendo”. Indirectamente, la crítica de Pipo fue dirigida para el técnico argentino Martín Anselmi, quien actualmente dirige a Porto de Portugal, tomando como referencia sus explicaciones en las conferencias de prensa acerca de cómo justificaba los rendimientos de sus jugadores en base a datos estadísticos.
Muchos jugadores habrán tenido muy buenas carreras deportivas, pero no por eso fueron entrenadores exitosos; y muchos grandes y respetados entrenadores no tuvieron tampoco una gran trayectoria como futbolistas. El caso del mencionado Anselmi es interesante porque no llegó a ser futbolista profesional, tuvo sus inicios como periodista deportivo, pero después logró hacerse su camino como entrenador, empezando en el fútbol de ascenso en Argentina, más adelante fue ayudante de Gabriel Milito y luego como primer entrenador ganó finales dirigiendo a Indepediente del Valle de Ecuador (tres títulos locales y dos internacionales, que fueron la Copa Sudamericana en 2022 y la Recopa Sudamericana en 2023, siendo esta última en el estadio Maracaná contra Flamengo), además de haber sido finalista con Cruz Azul en la Liga mexicana en la temporada 2024. Otro caso es el del portugués José Mourinho, quien tampoco fue futbolista profesional, pero ha sido un entrenador ultra ganador en el fútbol europeo en la mayoría de los clubes que dirigió en Europa (su palmarés incluye 2 Champions Lague, con Porto en 2004 e Inter de Milán en 2010, una Europa League con Manchester United en la temporada 2016-2017 y una Liga de Conferencias UEFA con Roma en 2021-2022). Sin ir más lejos, Lionel Scaloni tuvo una larga trayectoria como jugador, pero con escasa experiencia de entrenador y aún así supo estar a la altura del seleccionado argentino, hasta rompiendo el mito de que un DT deba tener un currículum brillante para ocupar ese tan preciado banco.
Con los citados ejemplos y muchos otros casos quedó claro que no hay una fórmula única para ser un entrenador exitoso. Entonces, si hay un común denominador en todos los tipos de entrenadores que es la capacidad de liderazgo y trabajo para llevar adelante a sus equipos y con ello lograr los objetivos deseados.
En definitiva, la dirección técnica no pierde su esencia (y el fútbol mucho menos). Se han agregado con el correr de los años elementos tecnológicos (por ejemplo, los GPS con los cuales se evalúan a los jugadores, tanto en los entrenamientos como en los partidos) y los mismos técnicos sumaron personal a su staff que aportan para mejorar los rendimientos, tanto individuales como colectivos, como es el caso de los analistas de videos y los asistentes estadísticos. Todas las posturas son válidas; sin dudas, para un entrenador, como en cualquier otro trabajo, es importante actualizarse y saber sacarle el jugo a cada uno de los recursos que poseen, sin necesidad de descalificar a nadie. Al igual que el Menottismo y el Bilardismo, si se exprime lo mejor de cada recurso, los procesos pueden ser mucho mejores de lo pensado.