Selección Argentina
El tablero táctico de Scaloni sin su capitán

Actuario. Experto en estrategia.
La reciente baja de Lionel Messi plantea un nuevo desafío para Scaloni en una doble fecha de eliminatorias que obliga a replantear tácticas
Lionel Messi nos malacostumbró a que sean escasas las oportunidades en que no estuvo disponible para jugar en la selección en Argentina. Las pocas veces en que esto ocurrió, Scaloni generalmente optó por reemplazarlo desde lo colectivo, modificando parte de la estrategia y el esquema, sin buscar un jugador que intente replicar su rol manteniendo inalterable el resto. En esta doble fecha de eliminatorias, el entrenador tiene el desafío de competir sin su capitán frente a rivales de fuste, mientras sigue buscando el reemplazo de Di María y definiendo lugares de cara a la lista del próximo mundial.
Recordemos que la premisa habitual de Argentina es partir desde un 4-4-2, con Messi siendo uno de los dos delanteros, y que uno de los volantes se sume a la ofensiva para acompañar al "9" de turno (Julián o Lautaro). Justamente el Fideo, en los partidos cúlmines, ocupó ese rol de tercer jugador ofensivo, que sin pelota completaba la línea de cuatro volantes. Últimamente, la cabeza del DT estuvo abocada a su reemplazo. Por otro lado, es importante destacar que, ante la ausencia de Messi, Ángel solía tomar un rol más libre por derecha, cumpliendo en parte la función de Lionel, con el añadido que aún le pedía que siga volanteando. Esto derivaba en un esquema 4-3-3 más definido con dos jugadores ofensivos retrocediendo en lugar del 4-4-2 híbrido donde solo uno lo hacía por su sector.
Tras la salida del Fideo, surgieron dos alternativas principales: ubicar a Nicolás González en su rol, lo que implicaría decidir entre Lautaro y Julián para acompañar a Messi, dejando a uno fuera, o alinear a ambos, con Julián tratando de cumplir esa función en lugar de Nico. Estas opciones presentan diferentes ventajas y desventajas. El jugador de Juventus tiene más facilidad para jugar por los costados, aunque respecto al Fideo podríamos decir que se siente significativamente más cómodo por izquierda, mientras que Di María permitía acoplarse por ambas bandas con mayor robustez (por ejemplo, en la final de la Copa América en el Maracaná jugó por la derecha, mientras que en la final del Mundial contra Francia lo hizo por la izquierda). Por su parte, Julián, por su despliegue, puede cumplir desde lo táctico el rol de acomodarse como cuarto volante en el retroceso, aunque no tiene en su naturaleza el desequilibrar por los costados para asistir; su incidencia en el juego es mayor cuando puede cerrarse y aparecer en el área para definir él mismo.
La cuestión es que ahora no sólo no está el Fideo, sino que tampoco va a estar Messi, por lo que a priori lo más probable era que directamente jueguen Julián y Lautaro arriba, y Nico González de volante por izquierda (completando un mediocampo con De Paul, Enzo Fernández y Mac Allister). Pero el jugador del Inter finalmente fue baja por lo que se le abren las puertas a otro jugador en ofensiva. Dado el nivel de Giuliano Simeone en el Atlético Madrid, y contemplando lo que mencionábamos que sin Messi en general Scaloni optó por un 4-3-3, el hijo del Cholo podría ser una opción en el mediocampo para cumplir ese rol de volante que se suma al ataque.
Entre las novedades de la convocatoria destaca Benjamín Domínguez, quien ha demostrado adaptarse rápido al fútbol europeo y posee características técnicas que podrían convertirlo en una opción interesante por los costados. Además, no es casualidad el regreso de Ángel Correa, ya que más allá de ser una opción como delantero, levantó su nivel en su club dónde justamente regularmente se desempeña como volante derecho que se proyecta al ataque. Está claro que Scaloni sigue buscando al sucesor del “ancho de bastos” (Di María), y estos partidos importantes podrían ser una gran oportunidad para encontrarlo, más aún en la ausencia del “ancho de espadas”.