Entrevista
Jorge Martín, Partido Libertario español: "Las medidas de Milei hicieron que Argentina no caiga en el abismo"
La crisis del PSOE y el rol del estado en el debate público. El liberalismo español y la necesidad de interpretar a Javier Milei. Vox y Santiago Abascal, críticas por una plataforma proteccionista.
Desde Madrid. (Corresponsal). Mientras el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, acusa a la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de pertenecer a una “multinacional ultraderechista” (¿?) y en un mitin de su partido, el PSOE, las imágenes de la mujer se mezclan con las de un desfile nazi, de Elon Musk, de Victor Orban, de Georgia Meloni y, ¡ay!, de Javier Milei, me pregunto dónde queda el liberalismo en España.
En primer lugar, hay que decirlo, la estrategia de marketing político del “sanchismo” —el PSOE y sus aliados de izquierda e independentistas— podría hacer mella en quienes poco y nada saben de izquierdas, derechas, ultraderechas y, por supuesto, de liberalismo. Al parecer no son tantos, porque el “sanchismo” pierde cada vez más votos según las últimas encuestas.
Pero antes de hablar del liberalismo a la española, recuerdo aquí a Salvador de Madariaga (1886-1978), un diplomático español que consideraba al liberalismo como una alternativa al populismo y a la socialdemocracia. Opositor tanto del comunismo como del franquismo —tuvo que exiliarse en la Argentina—, fue un ejemplo del verdadero liberalismo. Tanto que llegó a presidir la primera Internacional Liberal.
Historia reciente. Desde 1978 y hasta 2015, en España tuvo un sistema de dos partidos, el PSOE y el PP. Es decir, un socialismo moderado y un partido que aglutina a las “familias conservadoras, liberales y democristianas”. Ese año, el bipartidismo quedó atrás por la irrupción de Podemos, por izquierda, y de Ciudadanos, por derecha.
Precisamente, Ciudadanos, autodefinido como “liberal progresista” y dirigido por Albert Rivera en sus mejores años, llegó a convertirse en la tercera fuerza política en 2019. En un sistema parlamentario, como este, podía cumplir la función de “partido bisagra” y participar del gobierno como suele hacer el liberalismo alemán, el FDP. Pero Rivera no aceptó el convite, ni del PSOE ni del PP. Porque el “Podemos de derechas”, quería ser la alternativa al PP y al PSOE. No funcionó.
Luego de tener buena representación en el Parlamento europeo, Ciudadanos desistió de presentarse en las elecciones generales de 2023. Jugó su última ficha en las europeas de 2024 y se quedó sin nada. Esta semana, casualmente, Rivera reapareció en una conferencia, pero aseguró que no volverá a la política.
Con el PP en la “ultraderecha”, según Sánchez y sus acólitos y con Vox en la verdadera ultraderecha, el liberalismo clásico ha quedado reducido al Partido Libertario (P-LIB). Y, para mí, a algunos dirigentes del PP, como Díaz Ayuso o Cayetana Álvarez de Toledo.
El secretario del P-L,- Jorge Martín, en una entrevista con Newstad, no cree que haya motivos culturales por los cuales los españoles sean “intervencionistas”. Le achaca esta benevolencia con la “mano del Estado” a la educación y a la influencia de los medios (ver aparte).
En la Argentina, los términos “liberal” y “neoliberal” han tergiversados y denostados por los peronistas populistas, muchos periodistas y académicos durante años. Claro que, allá, un día, apareció Javier Milei y todo empezó a cambiar.
Jorge Martín es el secretario general del Partido Libertario al que llegó hace una década. Cree que el liberalismo no es de derecha ni de izquierda, critica a la derecha, felicita al presidente argentino por sus logros, pero también advierte sobre sus aliados españoles.
¿Por qué el liberalismo no parece representando por ninguno de los grandes partidos de derechas, como PP o Vox?
Lo que en España se suele asociar al término liberal es más bien el llamado “liberal-conservadurismo”. Al contrario de lo que se percibe en España, el liberalismo no se encuadra en la derecha, tampoco en la izquierda. Si bien es perfectamente compatible ser conservador y liberal, el conservadurismo político es opuesto al liberalismo.
¿Cuáles son las características de la sociedad española que deberían cambiar para que el liberalismo crezca?
La derecha española aspira a usar el Estado para promover sus valores, al igual que la izquierda con los suyos. Por eso defienden el proteccionismo económico, o las subvenciones a los toros. Pero la reducción del ámbito de competencias del Estado para pasarlas a la sociedad civil, lo que defiende el P-LIB, es algo completamente ajeno a la esencia política de los partidos de derechas en España.Pero, al contrario que muchas personas, no creo que la sociedad española sea intervencionista por motivos culturales. El control por parte del Estado de los medios de comunicación —de los privados también por vías indirectas como las subvenciones— y de la educación tiene una buena parte de responsabilidad.
¿Cómo enfrentan ustedes esta situación?
Si el marco político dificulta el crecimiento de alternativas para reformar ese marco político, la solución pasa por usar los resquicios que quedan. Comunicación a través de redes y campañas al público por medios alternativos. Creo que la sociedad actual tiene más interés en soluciones a sus problemas y en propuestas concretas que en etiquetas ideológicas. Entonces, cabe preguntarse: ¿Por qué está tan cara la vivienda? ¿Tiene sentido que el Estado sea propietario de medios de comunicación que tienes que pagar tú, aunque no te interesen?
¿Le parece que algunos dirigentes del PP, como Díaz Ayuso, están más cerca del liberalismo?
Si bien no niego que pueda haber algunos puntos a favor de unos dirigentes respecto de otros del mismo partido, las diferencias son pequeñas. Antes he dicho que el Partido Libertario defiende la reducción de competencias del Estado. Y me pregunto, durante el gobierno de Díaz Ayuso, ¿qué competencias ha transferido la Comunidad de Madrid a la sociedad civil? Ninguna. Además, durante sugobierno, medios como Telemadrid, la Otra y Onda Madrid siguen siendo autonómicos. La Comunidad de Madrid tiene una consejería de cultura. ¿Qué hace el Estado gestionando la cultura? Por todo ello, no considero que Díaz Ayuso, ni en general ninguno de los dirigentes actuales del PP, se puedan clasificar como liberales. Aunque no niego que puedan estar más cerca que otros compañeros suyos. Barcelona está más cerca de Siberia que Lisboa. Pero sigue estando muy lejos.
¿Cuál es su opinión sobre Milei?
La Argentina se encontraba al borde del abismo económico, y las propuestas económicas de Milei eran exactamente lo que el país necesitaba para no caer en él. Queda muchísimo por hacer, pero al cabo de solo un año de gobierno, sus políticas económicas están teniendo un magnífico resultado. Sin embargo, a la vez que reconocemos estos logros, nos desmarcamos completamente de algunos aspectos de su política, como sus alianzas con la derecha nacionalista. El partido español al que apoya Milei, Vox, no es liberal ni siquiera en aspectos económicos, y propone políticas intervencionistas que no se parecen en nada a las que están funcionando en Argentina.