Fútbol Argentino
Detrás de los Paredes…
La caída del pase de Leandro Paredes a Boca, dejó muchas aristas para reflexionar, más allá de la pelota.
La noticia limpia y sin opinión es que Boca negoció con Paredes y no llegaron a un acuerdo.
Pero los argentinos (los argentinos futboleros mucho más) somos tan pasionales que nos animamos a opinar sobre cualquier cosa relacionada con la camiseta que amamos.
Lo primero que uno debería hacer es no meterse en la vida privada y las decisiones laborales de cualquier persona. Si Paredes optó por quedarse en Roma porque ganaba más plata, le gustaba el desafío deportivo, escuchó los consejos de su familia, o tiene un perro viejo que no puede viajar en avión y quiere seguir acariciándolo hasta el fin de sus días… Todo es asunto de Paredes.
¿Quién puede decir que el cinco de la Selección es un desagradecido, que no quiere a Boca, que no merece volver, que prioriza el dinero por sobre el amor a la camiseta, o que es un pedófilo?
Sí! Aunque suene horrible y algunos prefieran no escribir el término utilizado para atacar a una persona, creo que hacerlo ayuda a explicar la imbecilidad humana (o no tan humana) en la que se mueven determinadas criaturas oscuras. En la Red X se viralizó un hashtag con esa acusación a un tipo que, libremente, decidió no volver ahora a su ex club, por la razón que le dio la gana.
¿Las redes son muy crueles?
No! Algunas personas son crueles, funestas, nefastas, sombrías.
Hace poco escuché definir a un “hater” como un tipo fracasado que traslada sus frustraciones a frases de odio contra personas exitosas. Esto sólo habla de la pobreza mental de quien se comporta de esa manera.
¿En el caso de Paredes, ustedes hubieran vuelto a la Argentina después de leer esa barbaridad creada por un enfermo pero viralizada por los habitantes de un gigantesco hospital psiquiátrico? Y no justifiquemos la acción como la de un minúsculo grupo de inadaptados. Un pequeño grupo de cientos de miles de inadaptados sociales.
Algo parecido sucedió con Fideo Di María en Rosario cuando se hablaba de su regreso a Central.
Hay muchos tumores malignos en nuestra sociedad.
La sociedad argentina está pasando por un momento de decadencia cultural difícil de imaginar, sólo veinte o treinta años atrás.
No se pueden explicar estos hechos racionalmente, si no analizamos la caída en los niveles de educación y respeto, palabra desconocida por millones de “deseducados” en las décadas perdidas.
La economía no es el principal problema de la Argentina.
La educación es la raíz de todos nuestros problemas.
Vivimos una gran implosión.
Y explotar nuevamente, restaurar los principios lógicos de convivencia, llevará mucho tiempo.
¿Tan difícil es comprender que un jugador de fútbol, un actor, un ingeniero o un carpintero, tienen derecho a tomar las decisiones que consideren? ¿Tan difícil es dejar de meterse en las vidas de los otros cuando no podemos manejar las nuestras? ¿Tan fácil es odiar y faltar el respeto a cualquiera que no haga lo que a mí me gustaría que hiciera?
Detrás de los Paredes hay mucho más que fútbol.
Hay paredes muy altas se han levantado para dividirnos cada vez más.
Argentina: Detrás de las paredes, que ayer te han levantado, te ruego que respires todavía.