Anti Perdonismo (no tienen perdón)
De piedras y monstruos: el Peronismo se quedó sin golpe esta vez

Escritor.
EL Gobierno pudo reprimir un intento de golpe que orquestó la oposición violenta. Una democracia que fue acechada por el Peronismo desde 1946. El factor UCR como facilitador de la violencia y las cajas.
La democracia tropieza con la misma piedra.
Otra vez el movimiento golpista argentino usa las piedras para intentar ponerse de sombrero, o mejor dicho de gorra, a un gobierno que no es peronista.
El peronismo es un movimiento que nació de un golpe de Estado y cuyo máximo líder fue un militar que llegó a ser general. Digamos que la gorra le sienta bien.
Lo positivo es que en medio de tanto horror el movimiento hoy impresiona cada vez menos.
Es como cuando ves una película de terror. El mayor impacto lo sentís cuando presentan al monstruo. Después podés seguir sintiendo horror, pero ya no te sorprendés como al principio y sentís cada vez menos miedo. Ya le viste la cara. Ya sabés cómo es y actúa. Ya sabés de qué material está hecho. Se da un proceso irreversible que el monstruo ya no puede evitar: asusta cada vez menos.
La primera vez que el monstruo se dio a conocer fue cuando volteó a Arturo Frondizi. Se mostró poco. Por eso causó tanto miedo y tuvo tanto éxito. Frondizi, como parte del arreglo, ya le había dado a Perón, que estaba escondido en el exterior, varios millones de dólares a cambio de que lo dejara gobernar.
Pero cuando Perón vio que Frondizi no estaba haciendo peronismo, y encima le estaba yendo bien, fue por don Arturo. No podía tolerar que Frondizi estuviese achicando un Estado que desde 1946, aunque algunos ingenuos creían que no, seguía siendo suyo. Perón desde afuera, y sus muchachós desde adentro, dieron así su primer golpe de Estado. José María Guido, obediente como un espejo, ni bien dio el golpe hizo peronismo explícito: mantuvo e hizo crecer el Estado monstruoso, con endeudamiento y emisión monetaria.
En 1963 vuelve a haber elecciones y, con el peronismo proscripto gana el radical Arturo Illia. Illia decidió no hacer peronismo. Pero eso sí, sin dar el brazo a torcer como Frondizi que al final termino haciendo un poco de peronismo. Otra vez se repite la historia en forma de golpe. Perón se asocia con Onganía y así, él y sus muchachós, dan un nuevo golpe de Estado.
A cambio de apoyarlo a Onganía, Onganía les regaló a los muchachós sindicalistas las cajas negras de las Obras Sociales.O sea más Estado. Más guita para saquear sin control. Sucedido el golpe Perón apoyó públicamente a Onganía diciendo que “Onganía era un brillante soldado” e “Illia un corrupto”.
Onganía apenas asumió inventó impuestos y aumentó la presión impositiva, para hacer crecer el tamaño del Estado. Ahí nos dimos cuenta, al mostrarse el monstruo mucho más, que el peronismo tenía grandes botas. Estábamos frente a un monstruo grande que pisaba fuerte. En 1973 desproscriben al monstruo y le permiten presentarse a elecciones. Los peronistas suelen decir que el peronismo es el único partido político que fue proscripto. Mentira. El primer gobierno democrático en proscribir fue el peronismo, cuando se peleó con el laborismo, el partido que lo llevó al poder, y lo proscribió.
Ahora bien, ¿por qué fue proscripto el peronismo en 1955 luego de ser volteado por sus ex socios peronistas?
El partido justicialista fue proscripto porque cuando estuvo en el poder usó el Estado para perseguir, encarcelar y torturar a quienes pensaban distinto. También usó el poder del Estado para violar el derecho de propiedad y confiscar medios opositores para estatizarlos o directamente para clausurarlos. También aplicó la censura. Violó los derechos humanos asesinando ydesapareciendo personas con grupos de tareas que estaban en las mismas comisarías. Y en 1947 ejecutó un exterminio que la Justicia calificó años después como genocidio.
Era obvio que había motivos más que válidos para proscribir al justicialismo, por el peligro que conllevaba convivir con un partido y/o movimiento que cuando tiene poder hace de la monstruosidad una forma de ejercicio. Europa en eso fue precursora y proscribió al nazismo y al fascismo. Cuando se lo proscribió, esteantecedente en aquel entonces sirvió de inspiración.
En 1976 el mismo peronismo se asocia con los militares para irse antes de tiempo con un autogolpe. La emisión monetaria para sostener el monstruoso gasto público había hecho que la economía explotara. En paralelo, los crímenes de lesa humanidad se hicieron cada vez más visibles. Además se venían las elecciones. Isabel Perón no quería perder por paliza y tampoco ser la primera peronista en llevar al peronismo a la derrota. Negocia con los militares y le entrega al poder en bandeja al verdadero cerebro de la dictadura: el peronista Emilio Eduardo Massera. Que como no podía ser de otra forma hizo peronismo explícito: impuestos nuevos, emisión y endeudamiento para sostener el delirante gasto público. Massera nunca fue contra el Estado monstruoso colonizado por el verdadero peronismo porque él fantaseaba con ser el nuevo Perón. Perón lideró una dictadura y luego fue elegido democráticamente. Massera soñaba con el mismo destino, presidiendo un Estado mucho más grande.
En 1983 vuelve la democracia y el peronismo sufre su primera derrota. Asume Alfonsín e inmediatamente negocia gobernabilidad con el peronismo, a cambio de no juzgar a los peronistas y a la madame mayor por crímenes de lesa humanidad. Esto desde luego incluía perdonarle a madame Isabel las causas por corrupción. Ademas de regalarle la plata que se había robado diciéndole que no tenía que devolverla.
Aun así todo fue en vano. Al año de asumir los peronchos le empezaron a cantar: “se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar” y “se va a acabar, se va a acabar, la sinagoga radical”.
Alfonsín, para seducir al peronismo, hizo peronismo explicito: es decir, no fue contra el Estado monstruoso y mantuvo el delirante gasto público con emisión y endeudamiento. Al final de nada le sirvió. La economía le explotó y faltándole meses para terminar su mandato, el monstruo se lo comió del todo.
La paradoja es que en el 2001 Alfonsín se dio cuenta de que si quería mantenerse para siempre en el poder tenía que asociarse con el peronismo, el partido que se adueñó para siempre del Estado.
Fue así que Don Raúl se asoció con Duhalde y lo volteó a quien era su correligionario, Fernando De La Rúa, porque Chupete estaba decidido a pelear contra el monstruo. Quería achicar el Estado para terminar con el delirante gasto público y así sostener la convertibilidad.
Pero claro, el achique incluía la Caja Radical, la verdadera UCR: Universidades Caja Radical.
Así fue que Alfonsín se asoció con Duhalde porque sin el peronismo ese golpe no era posible. En realidad sin el peronismo ningún golpe es posible.
Ya más cerquita en el tiempo el peronismo decidió ir contra Macri, porque Macri planeaba meterse con unas poquitas cajas del Estado, que para el monstruo siempre son muchas.
Lo recuerdo muy bien ese día: fue un 18 de diciembre de 2017.
Ese fallido golpe de Estado ejecutado una vez más por el peronismo, y su puta roja, hizo que viéramos al monstruo de cerca.
Y la verlo descubrimos que este monstruo, para seguir vivo, necesita de cajas que existen gracias a los cientos de impuestos que nos cobran, gracias a la emisión monetaria que también nos cobran, y gracias el endeudamiento interior y/o externo que tarden o temprano también nos cobrarán. Ese día fue un antes y un después en nuestras vidas. Porque ese día nosotros dejamos de ser espectadores con miedo para convertirnos en contribuyentes. Pero también fue un antes y un después en la vida del monstruo. Porque ese día el monstruo vio que por primera vez fracasaba su golpe de Estado.
Algo que, por suerte, le volvió a pasar. Porque hubo otros intentos que al peronismo luego le salieron mal. Tan mal como este 12 de marzo del 2025.
Ahora bien, si ya saben que nos dimos cuenta de todo y que ya no lo lograrán: ¿por qué los peronistas siguen insistiendo con los golpes de Estado?
Porque no saben hacer otra cosa que golpear y saquear.
Observación:
Me enojan los periodistas que, a raíz de esta marcha, con evidente complicidad dicen que no podemos perder de vista que los jubilados cobran poco.
¡Obvio que cobran poco!
Pero antes cobraban menos y esos viejos no salieron a la calle a protestar. Y no salieron porque gobernaban los peronistas.
Los pocos jubilados que fueron a esta marcha organizada por el peronismo no pueden hacerse los pelotudos. Sabían perfectamente adonde estaban yendo. A una marcha que se armó para voltear a un gobierno.
Porque fueron a la marcha sabiendo que iban a ir barras bravas armados para desestabilizar a un gobierno y así consumar un nuevo golpe de Estado. Lo sabían. Y esa era la fantasía que los motivaba. Me molesta que se hagan los boludos y no asuman su perversión.
A mí no me horroriza que un policía le pegue a un jubilado. A mí lo que me causa escozor es ver a un jubilado dar un golpe de Estado. Algo que constituye un delito gravísimo al nivel de un homicidio, y que el Poder Judicial castiga con prisión de ocho (8) a veinticinco (25) años.
Esa es la pena para quienes se alzan con el fin de interrumpir el sistema democrático de gobierno. Y los que fueron a esta marcha fueron a eso. Al grito de Milei se tiene que ir, fueron a interrumpir un orden constitucional.
Llamemos a las cosas por su nombre:
Al pan, pan. Al golpe, golpe. Y al peronismo, monstruo.