Outside the box
De los jeans apretados a la política: Díme cómo te vistes y te diré quién eres

Periodista.
Desde el manual de estilo masculino de The Wall Street Journal hasta el atuendo táctico de Zelenskyy y el look caótico de Elon Musk, la ropa no es solo moda: es una declaración. ¿Qué dice tu ropa de vos? Un repaso entre el humor y la reflexión sobre cómo vestirse puede marcar la diferencia en la percepción y el poder.
Después de varios días sumergida en las profundidades del análisis para el especial del Día de la Mujer, sentí la necesidad urgente de salir a tomar un poco de aire fresco. Y lo encontré en un inesperado manual de supervivencia: no para la vida, sino para el vestuario masculino. Porque, al parecer, vestirse sigue siendo un campo minado, y Jamie Waters en The Wall Street Journal decidió poner las reglas sobre la mesa.
Una intervención amistosa
Si sos hombre y estás leyendo esto, no te preocupes. No es un ataque. Yo lo llamaría una intervención amistosa. Convengamos: algunos pequeños ajustes en la elección de tu ropa podrían beneficiarte mucho. Por ejemplo, si tus jeans parecen estar haciendo una colecta para comprarse más tela o si tu saco parece haber sido víctima de recortes presupuestarios, podrías estar en problemas.
El enemigo número uno
El estilista Michael Fisher da el primer golpe: los jeans ajustados son el enemigo público número uno. Si tus bolsillos parecen haber desarrollado hernias de tanto contener tu celular y billetera, tal vez sea hora de una reevaluación. Y si encima el trasero no queda bien enmarcado, tenemos un doble delito de moda. “A los hombres heterosexuales no les importa cómo se ve su trasero con jeans”, afirma la estilista neoyorquina Dione Davis, con la resignación de quien ha visto demasiado. Pero las mujeres sí lo notan –advierte ella y coincido yo. Como también notan cuando los zapatos dicen más sobre el usuario de lo que este quisiera.
El calzado: detalles que condenan
Hablando de zapatos, si vas a una comida más o menos arreglada con esas zapatillas On que están de moda en los bares, con suelas altas y agujereadas como queso suizo porque “son cómodas”, tené en cuenta que la comodidad no es un argumento invencible. "Los hombres hablan efusivamente de lo cómodas que son, y yo les creo totalmente. Pero si mi pareja apareciera a cenar con estas, se las arrancaría y me las pondría yo misma para poder salir corriendo rápidamente", sentencia la autora.
Sugiere mocasines con borlas para ocasiones elegantes y zapatillas de cuero (en lo posible sin suela blanca) para un toque más cool. Queda claro que un calzado incorrecto puede condenarte al celibato involuntario. Aclaro que esta nota habla para un mundo “Sex & the City”; me parece interesante y divertido saber de qué se habla afuera pero ustedes sabrán dimensionar el mandato.
La importancia del abrigo y otros detalles
Pero no solo los pantalones y los zapatos importan, hay otros detalles clave en los que prestar atención. Si querés impresionar en una comida de sábado por la noche (que quizás sea una cita), lo más sexy y estimulante que podés hacer es vestirte apropiadamente. Según la estilista Dione Davis, los hombres heterosexuales suelen vestir mucho más informalmente que sus compañeras femeninas. “No quiero ver Gore-Tex en una cita”, advierte. “¿Qué pasa si me visto linda pero tengo frío y luego querés ponerme esa chaqueta sobre los hombros? Absolutamente no”. Gore-Tex es un tejido impermeable y transpirable, que se usa en ropa y calzado para actividades al aire libre como senderismo, esquí y montañismo.
Su recomendación: apostar por clásicos como un suéter negro o blanco, pantalones plisados y un trench largo y elegante. “Me gustaría hacer un anuncio de servicio público que diga que los hombres solo deben usar abrigos por debajo de la rodilla; un abrigo corto se ve tacaño, como si la fábrica se hubiera quedado sin tela”, sentencia. Eso sí, no se trata de hacer un cambio de imagen cinematográfico. La clave es ser una versión más elegante de uno mismo, no sentirse atrapado en un disfraz. Y un último detalle: vaporizar la camisa. La autora jura que su vaporizador de mano Conair elimina las arrugas con botox en 30 segundos.
La mochila, un enemigo inesperado
El artículo no se queda ahí. También nos revela que las mochilas de trabajo son el nuevo villano del estilo masculino. “Son tontas e infantiles”, confiesa un amigo de la autora que prefiere mantenerse en el anonimato (quizás por miedo a represalias de los fabricantes de mochilas). Si pensás en un accesorio con clase, mejor apuntá a una cartera de cuero discreta, porque al parecer el look de niño camino a la escuela no inspira respeto en la oficina.
Vestirse para la oficina
¿Y qué pasa con la vestimenta en el ámbito laboral? Acá las reglas no son tan estrictas, pero sí claras. Dos ejecutivos de Nueva York consultados por The Wall Street Journal coinciden en un principio básico: sentido común. Ropa limpia y sin arrugas, por informal que sea. Si alguna vez te ponés a pensar si algo es demasiado desaliñado para el trabajo, la respuesta es sí. Además, Robert Dahdah, director de ingresos de PTC, menciona la importancia de “reducir la distancia” en cuanto al estilo al reunirse con clientes. Si vas con traje y ellos con jeans, la reunión puede no fluir como esperás. Y a no olvidar los detalles: una buena inversión en anteojos de calidad y un corte de pelo decente puede marcar la diferencia.
Cuando la ropa es poder
Pero ahora hago el giro interesante: la ropa no solo comunica estilo, sino mensajes de poder. Y para prueba, la vestimenta de Volodymyr Zelenskyy. Mientras en Occidente algunos critican su falta de traje en encuentros diplomáticos, en Ucrania su indumentaria de guerra es una declaración. Como señala Derek Guy en Politico, su ropa no es solo ropa. Es un recordatorio de que su país sigue en guerra y de que él representa a quienes están luchando. Mientras otros líderes visten trajes de diseñador, Zelenskyy opta por suéteres militares y botas de combate para recordar que su papel no es el de un político convencional, sino el de un líder en tiempos de guerra.
Elon Musk y la moda del poder excéntrico
Y de ahí pasamos a otra figura que domina el escenario global: Elon Musk. Vanity Fair y The Atlantic han estado observando sus recientes intervenciones públicas, algunas de las cuales han sido, digamos, excéntricas. Desde levantar una motosierra en una conferencia hasta generar especulaciones sobre su consumo de ketamina, Musk es un caso de estudio sobre cómo la imagen y el comportamiento pueden definir el poder. Porque, en el fondo, la pregunta es la misma que la que rodea a Zelenskyy: ¿qué dice su apariencia sobre su mensaje y sobre cómo quiere ser percibido?
En el caso de Musk, la mezcla de camperas de cuero, discursos erráticos y su obsesión por la expansión interplanetaria crea una imagen que oscila entre el genio visionario y el excéntrico impredecible. Y mientras Trump intenta recordarle que él sigue al mando, la realidad es que Musk parece estar operando en una órbita propia, con su estilo personal como bandera de su singularidad.
Lo que tu ropa dice de vos
Entonces, volviendo a la moda masculina, la moraleja es clara: la ropa no es solo tela y costuras. Es una declaración de intenciones, un mensaje en código visual sobre quién sos y cómo querés ser percibido. Si Zelenskyy usa equipo táctico para representar a su país en guerra y Musk se viste como un personaje de su propio cómic de ciencia ficción, ¿qué dice tu ropa sobre vos? Y, más importante todavía, ¿es eso lo que realmente querés comunicar?