Elecciones presidenciales en Ecuador
Daniel Noboa fue reelecto presidente en Ecuador
Venció a la correísta Luisa González con el 55,95 % de los votos. Alta participación y clima de tensión por seguridad.
Daniel Noboa fue reelecto como presidente de Ecuador tras imponerse en la segunda vuelta electoral con un 55,95 % de los votos válidos, frente al 44,08 % obtenido por su contrincante, la correísta Luisa González. El resultado fue oficializado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) una vez escrutado el 92,63 % del padrón. Con una diferencia de más de 1,1 millones de votos, la tendencia fue calificada como irreversible por las autoridades.
El anuncio se realizó desde el centro de cómputos del CNE en el hotel Hilton Colón de Quito, pasadas las 20:20 del domingo (hora local), y marcó la consolidación del Movimiento Acción Democrática, que acompañará a Noboa en el poder hasta 2029. Su compañera de fórmula, María José Pinto, se desempeñará como vicepresidenta.
Desde su residencia en la localidad costera de Olón, Noboa celebró la victoria con una frase contundente: “Hoy cerramos la campaña. Mañana empezamos a trabajar por el nuevo Ecuador”, remarcando la continuidad de su proyecto político.
Por su parte, González siguió la jornada desde la sede del Partido de la Revolución Ciudadana, en Quito. La dirigente correísta aspiraba a convertirse en la primera mujer electa presidenta en la historia del país, pero el electorado se inclinó por la continuidad. Llamativamente —y a pesar de las encuestas— obtuvo prácticamente los mismos resultados que en la primera vuelta, sin mostrar crecimiento. La candidata no reconoció la derrota y denunció: “Vamos a pedir el recuento de los votos y que se abran las urnas (…) Ecuador está viviendo una dictadura y estamos enfrentando el peor y más grotesco fraude electoral de la historia del país”.
A las urnas estaban convocados más de 13,7 millones de ciudadanos, y la participación fue notablemente alta, alcanzando el 83,76 %, incluso superior al 83,38 % registrado en la primera vuelta del 9 de febrero.
El proceso electoral se desarrolló en un clima de fuerte tensión interna. Ecuador atraviesa un “conflicto armado interno” desde comienzos de 2024, tras el decreto presidencial que declaró la guerra a las bandas criminales. En este contexto, más de 100.000 efectivos de seguridad —casi 60.000 policías y 40.000 militares— fueron desplegados para custodiar los centros de votación. Además, Noboa había decretado días antes un nuevo estado de excepción en siete provincias y en Quito, como parte de su estrategia para combatir al crimen organizado.
La violencia es uno de los desafíos más urgentes del país. Con un promedio de un asesinato por hora en lo que va de 2025, Ecuador se ubica hoy entre los países con mayor índice de homicidios de América Latina, una situación que el nuevo gobierno deberá enfrentar de inmediato.
El triunfo de Noboa marca la continuidad de una política de mano dura contra la inseguridad, combinada con un discurso centrado en la reconstrucción institucional. Con el respaldo popular reafirmado, inicia un nuevo ciclo presidencial marcado por la expectativa de reformas profundas y la promesa de un “nuevo Ecuador”.