Una fecha clave en la memoria y la política argentina.
24 de marzo en Argentina: memoria, polarización y un nuevo debate histórico

Historiadora.
El 24 de marzo volvió a exponer la polarización en torno a la memoria histórica. Mientras el Gobierno impulsó la idea de una "Memoria completa" y anunció la desclasificación de archivos, los organismos de derechos humanos y la oposición reafirmaron su lucha con críticas al poder central.
24 de marzo en Argentina: memoria, polarización y un nuevo debate histórico
El 24 de marzo es una fecha que genera intensas divisiones en la sociedad argentina. Para muchos, representa un día de memoria, justicia y defensa de los derechos humanos; para otros, el relato hegemónico ha sido parcial y requiere una revisión integral. Este año, la jornada estuvo marcada por movilizaciones masivas, discursos encendidos y anuncios oficiales que reavivaron el debate histórico y político en el país.
El mensaje del Gobierno: "Memoria completa" y desclasificación de archivos
Desde la madrugada, el Gobierno nacional difundió un video institucional encabezado por el politólogo Agustín Laje, donde se promovió la idea de una "Memoria completa". El mensaje oficial hizo hincapié en condenar no solo los crímenes de Estado durante la última dictadura militar, sino también las acciones violentas de organizaciones armadas como Montoneros.
El anuncio más significativo de la jornada fue la decisión del presidente Javier Milei de desclasificar toda la información relacionada con el accionar de las Fuerzas Armadas entre 1976 y 1983. El vocero presidencial, Manuel Adorni, comunicó que esta medida buscará transparentar el período histórico y pondrá a disposición documentos previamente reservados.
Movilizaciones y reclamos en Plaza de Mayo
La respuesta no tardó en llegar. Durante el día, una multitud se concentró en Plaza de Mayo, liderada por organismos de derechos humanos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a partidos de la oposición. En el acto central, Estela de Carlotto reafirmó la necesidad de continuar con la restitución de la identidad de los nietos y nietas de desaparecidos.
Las organizaciones presentes emitieron un documento conjunto en el que afirmaron: "En el camino de los y las 30.000 seguimos levantando sus banderas de lucha contra la injusticia y la desigualdad y le decimos a (Javier) Milei y a (Victoria) Villarruel: el pueblo unido jamás será vencido". Además, exigieron la derogación de la Ley Bases, el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) y denunciaron despidos masivos en el sector estatal y privado.
Reacciones políticas: Cristina Kirchner, Kicillof y Villarruel
En redes sociales, la ex presidente Cristina Kirchner aseguró que la demanda por Memoria, Verdad y Justicia está "más vigente que nunca" y advirtió: "Por más que quieran, no van a poder".
Por su parte, el gobernador bonaerense Axel Kicillof declaró: "Como cada 24 de marzo, estamos donde queremos estar, con las Madres, las Abuelas y una multitud que llega de manera pacífica para decir 'Nunca Más'". Además, comparó el actual modelo económico con el de la dictadura: "Además de cometer un genocidio, la dictadura llevó adelante un proyecto económico muy parecido al que intenta aplicar (Javier) Milei".
En contraste, la vicepresidenta Victoria Villarruel publicó un extenso comunicado en el que criticó la "memoria ideologizada" y sostuvo que "el dolor se convirtió en un relato manoseado por aquellos que reivindican a quienes pusieron bombas, secuestraron y ensangrentaron el país con una revolución que ningún argentino quería".
Un 24 de marzo marcado por la disputa histórica y política
Este 24 de marzo reflejó, una vez más, la fuerte polarización en torno a la memoria histórica en Argentina. Mientras los organismos de derechos humanos y la oposición reafirmaron su compromiso con la memoria de los desaparecidos, el Gobierno apostó por una interpretación del pasado que incluya a todas las víctimas y la apertura de archivos como gesto de transparencia. En un contexto de tensiones políticas y económicas, la jornada dejó en claro que la disputa por el significado de la historia sigue vigente en la sociedad argentina.